Todas las gráficas que voy a publicar son antes de los gasolinazos. De modo que ahora estamos peor.
Para entender la frase contracción del mercado interno, les pido que vean los comentarios insertados en las gráficas. Todo lo que poco a poco empezamos a no comprar.
El relato que voy a
contar empieza a partir de una pregunta que me hicieron hace semanas
por medio de un mensaje personal. En aquél día organicé mi
respuesta con base en una gráfica sencilla para quienes vivimos
nuestra vida profesional cerca de éstas, pero relativamente
complicada para las personas que no tienen la costumbre de verlas y
entenderlas. En aquella figura quería mostrar de qué magnitud ha
sido el descenso del poder adquisitivo del salario, sin embargo, este
concepto, enunciado en cuatro palabras, suele escaparse de la
comprensión de la mayoría de nosotros.
Quiero ahora abundar
sobre este tema con algunas gráficas más, pero en ellas evitaré
dicho concepto y lo trasladaré a algunos artículos que compramos, o
mejor dicho, antes teníamos la costumbre de comprar.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los kilos de tortilla que se podían comprar)
Pienso empezar con
un poco de historia, porque aunque no parece, ahora resulta que ésta tiene presuntos culpables, pero no son los reales.
Me remontó al año
de 1979, cuando era presidente de México José López Portillo.
Había tomado la banda presidencial de manos de su amigo: Luis
Echeverría, el 1 de diciembre de 1976. En aquellos años existía
una Secretaría de Programación y Presupuesto y otra que se llamaba
Secretaría de Hacienda. La primera decidía cómo se gastaba y la
segunda cómo se adquiría el dinero. En el gabinete de López
Portillo se libraba un enfrentamiento entre dos versiones del
desarrollo de México. Algo que fue descrito en un libro de la
autoría de Rolando Cordera y Carlos Tello. Llegó a mis manos con el
nombre: “La disputa por la nación”. El último de los autores
había durado cosa de siete meses como Secretario de Programación y
Presupuesto y fue sucedido por Ricardo García Sainz, quien llegó
hasta el 15 de mayo de 1979 para ser sustituido por Miguel de la
Madrid Hurtado, quien fue nombrado el nuevo secretario el 16 de mayo
de 1979.
Miguel de la Madrid
era un abogado egresado de la UNAM que había estudiado en Harvard un
postgrado en Administración Pública. No sabía nada de economía,
pero venía rodeado de una batería de técnicos que presumían, como
galones de oro, sus estudios en el extranjero. Ellos eran conocidos
en México con el anglicismo: Chicago Boys, en alusión a una
colección de economistas que habían tomado las riendas de la
economía chilena en el régimen de Augusto Pinochet. Uno de los
genocidas que ejecutaron el cuartelazo para derrocar a Salvador
Allende en Chile, el 11 de septiembre de 1973.
Estos "chicos
de Chicago" habían estudiado con los estadounidenses Milton
Friedman y Arnold Harberger. Sus puntos de vista y conceptos de
economía política no serán expuestos aquí.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los kilos de frijol que se podían comprar)
Entre los
integrantes de la batería de técnicos de la economía de Miguel de
la Madrid destacaba Carlos Salinas de Gortari, quien era, en
realidad, el hombre de confianza del recién nombrado secretario. En
síntesis, uno era el jefe que firmaba como propias las iniciativas y
políticas del ramo. Otro era el cerebro que las impulsaba.
Las decisiones sobre
política económica en México se empezaron a decidir así. Desde
mayo de 1979 empezó a ocurrir que Miguel de la Madrid firmaba las
propuestas para José López Portillo, otro abogado, pero el equipo
técnico de Salinas de Gortari decidía. Con el paso del tiempo se
abandonó el anglicismo y pasaron a ser conocidos como: los
tecnócratas neoliberales.
Miguel de la Madrid
tomó la banda presidencial el 1 de diciembre de 1982, pero en
palabras de Porfirio Muñoz Ledo, Miguel de la Madrid fue el abogado
que no quiso ser presidente. De ese modo resumió el desinterés de
éste por las decisiones y las acciones de gobierno. En esa
circunstancia, el autor de la política económica fue Carlos Salinas
de Gortari.
Con los años,
Miguel de la Madrid se sumió en la decepción y la desesperanza. A
la edad de 75 años, el 12 de mayo de 2009 acusó a Carlos Salinas de
Gortari de haberse robado el dinero de la partida secreta. Ocurrió
en una entrevista con Carme Aristegui, y allí mismo, señaló que su
hermano Raúl tenía vínculos con el narcotráfico. El escándalo
fue enorme, pero se resolvió por medio de una carta pública
tramitada por su hijo. En ésta se desdijo de sus declaraciones y el
pretexto fue que, a su edad, no podía procesar mentalmente las
respuestas a las preguntas efectuadas. Murió en el ostracismo dos
años y medio después. En el año 2012.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los litros de leche que se podían comprar)
Era tan grande la
confianza, y quizás la dependencia de Miguel de la Madrid respecto
de Carlos Salinas, que en el año 1987 dirigió un procedimiento para
que fuera nombrado el candidato del PRI a la presidencia de México.
El desprestigio y la crisis económica en que tenían sumido al país
era tal que perdió las elecciones frente a Cuauhtémoc Cárdenas. De
acuerdo a un artículo de este último, la diferencia a su favor
debió haber sido cercana al 5% de la votación total. Un documental
sobre este tema se puede encontrar en la liga que agrego enseguida:
Carlos Salinas de
Gortari asumió la presidencia el 1 de diciembre de 1988 y en 1993
impulsó a Luis Donaldo Colosio como su sucesor, pero cuando éste
fue asesinado, en marzo de 1994, organizó una reunión en la que
apareció como relevo otro de los chicos tipo Chicago: Ernesto
Zedillo Ponce de León. Un estudiante de dieces y de cienes que, de
seguro, ahora sí, nos sacaría de la crisis.
Para ese entonces la
capacidad de compra había sido llevada hasta el punto que las
gráficas intercaladas aquí han ido indicando. Sin embargo, el
mensaje relevante dejó de ser el bienestar de la población, su
salud, su alimentación y su educación. En términos económicos, lo
importante pasó a ser la balanza de pagos, la paridad peso dólar,
el control de la inflación, etcétera.
De todo lo anterior,
la Constitución de la República Mexicana se refiere a nuestro
bienestar y no a la jerigonza de esta tecnocracia que toma las
decisiones desde hace 39 años.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical las piezas de pan que se podían comprar)
Por supuesto, la
culpa no la reconocen como propia. Según ellos, los causantes del desastre de
nuestras vidas son los “populistas” que dejaron el poder en 1982.
Dejan de lado que han transcurrido al menos 35 años desde que,
formalmente, dejaron el poder esos gobiernos. No les importa que es
mucho el tiempo transcurrido como para que esas manos sean tan
largas. En ese mismo lapso, Japón y Alemania, destruidos hasta los
escombros en 1945, llegaron a ser, en 1980, dos de las economías más
poderosas del mundo.
Cuando cada uno de
nosotros toma decisiones, le convendría asomarse a esta historia.
Todas las gráficas están tomadas de la siguiente dirección:
http://cam.economia.unam.mx/mexico-fabrica-de-pobres-cae-77-79-el-poder-adquisitivo-reporte-de-investigacion-116/#2.2