Caminar por el campus de la Universidad de Arizona en los periodos intersemestrales brinda la oportunidad de gozar de un periodo de relajación. El cuerpo principal del campus está situado en el centro de la ciudad de Tucson. Es un cuadrilátero mucho más largo que ancho, son un kilómetro más 180 metros de largo y cerca de 880 metros de ancho, con edificios colocados en la periferia y dos enormes parques interiores que están separados por una calle que cruza el campus. Uno de estos parques mide casi 435 metros de largo por aproximadamente 40 de ancho. El otro tiene casi 370 metros de largo y la misma anchura del primero.
Los estadounidenses son los inventores del concepto de campus universitario, pensado como un espacio dedicado al estudio, la reflexión, el desarrollo y conservación del arte, así como la investigación científica.
En el caso de la Universidad de Arizona, la astronomía es el campo cultural más poderoso de todos los cultivados en ella.
Sin embargo, como expondré muy ampliamente en otra inserción en este blog, todo eso se encuentra en crisis.
En esta ocasión tocaré solamente el caso de la librería, es una gran tienda con pisos lustrosos, grandísimas ventanas que la convierten en un escaparate gigantesco que es visible por dos de sus lados. Es un espacio para la cultivar la frivolidad y para gastar no solo en libros, sino también en toda clase de boberías, desde prendas deportivas para vestir y lucir los colores y el escudo de la universidad, hasta aretes, pins, plumas libretitas, agendas, banderines, etcétera. Son más las cosas que no se necesitan realmente, que las relacionadas con el trabajo y el estudio directo.
Está diseñada para extraer los recursos de los estudiantes matriculados, quienes por unos años pueden vivir circunstancias muy diversas, dependiendo de la habilidad para el estudio y la pertenencia al estrato social. Hay quienes pagan sus cuotas (llamadas tution y fees) pidiendo dinero prestado y trabajando en ratos libres y en vacaciones para no pedir demasiado crédito. Al final de la carrera, el promedio de la deuda de un estudiante estadounidense puede ascender a los 20 o los 30 mil dólares. Según especialistas que han estudiado este fenómeno de endeudamiento de jóvenes que aún no tienen una carrera y un título que les permita obtener trabajos mejor remunerados, esa deuda significará entre uno y dos millones de dólares que no estarán disponibles en su fondo de retiro.
Regresando al tema del campus universitario, y en particular a la librería, es una boutique que tiene algunos libros, se encuentra en el centro del campus, en la planta baja de un sistema de edificios que aloja restaurantes y otras tiendas de consumo en las que uno puede “pasarla bien” a un precio bastante superior al de los centros comerciales llamados “mall” en esa ciudad.
En la siguiente fotografía encontramos la primera planta de la librería y las escaleras que llevan a un sótano donde se encuentran los libros de texto en venta.
Al fondo de la siguiente imagen se aprecia la parte frontal del área de libros en venta. No hay acceso en mayo de 2009 porque se encuentran en organización, si Usted busca un libro, necesita proporcionar el título para que sea localizado en la computadora de la librería.
A menudo, en la información disponible en los programas de cada asignatura están incluidos los textos requeridos y algunos libros opcionales que los profesores plantean. Dichos libros se pueden encontrar siempre en esta librería. En ese sentido el servicio es muy eficiente.
Se venden también el software, las computadoras y los periféricos necesarios, pero a precios extremadamente altos. Tanto que es preferible buscarlo en otras instalaciones comerciales o comprarlos por Internet, si se dispone del tiempo suficiente para esperar el envío.
Antes de tener acceso a los anaqueles de los libros, uno encuentra tentadores artículos propios de una boutique, de hecho, más del 60% del área disponible en la primera planta se dedica a estas frivolidades.
Todo es bello a la vista y se encuentra a todo tipo de personas, desde racistas que te contestan desde lejos, cuidando que no te les acerques, hasta personas sumamente atentas que te explican dónde se encuentra el edificio que tu andas buscando.
En la próxima contribución de este blog veremos que el principal problema que viven los estadounidenses es su gasto bélico, que es extremadamente grande y devorador del presupuesto de ese país.
Recordando todas estas cosas, logro tomar el vuelo de dos de esos juguetes de guerra que vuelan sobre el espacio aéreo de Tucson.
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