viernes, 24 de julio de 2009

SEGUNDA CRÍTICA AL PLAN DE ESTUDIOS DE LA LICENCIATURA EN FÍSICA (UNIVERSIDAD DE SONORA)

En documentos de la UNESCO(1) se enumeran nueve puntos en los cuales se exponen las cualidades que debe cumplir la educación de calidad: el noveno de ellos establece que ésta es medible.

Dicho de otra forma, al plantear propuestas curriculares concretas para llevar a la práctica los cuatro pilares de la educación, enunciados por la UNESCO: i) aprender a conocer, ii) aprender a hacer, iii) aprender a convivir y iv) aprender a ser, es necesario acompañarlas de parámetros medibles que permitan determinar cuándo se han alcanzado las metas que se plantean.

Sobre esta base, procede que en la Universidad de Sonora se responda a la siguiente pregunta acerca de la asignatura obligatoria llamada “Estrategias para aprender a aprender”, integrada dentro del Eje Común impuesto a todos los planes de estudio en esta institución.

El nombre de esta asignatura, que encierra en si misma una contradicción, es una frase de moda en el estudio actual de algunos de los psicólogos ligados al estudio del proceso de enseñanza y aprendizaje.

La pregunta es simple: ¿cómo dan validez a sus afirmaciones y propuestas?

Por otra parte, pretender que con el análisis cualitativo es suficiente, equivale a mutilar el proceso de investigación científica que se supone realizan. Me explico enseguida:

Primero: El problema cuantitativo no debería dejarse de lado, ligado, en este caso, a la observación directa de los métodos que están siendo criticados y de los que están siendo propuestos.

Segundo: La acumulación de cambios cuantitativos produce cambios cualitativos. Así mismo, los cambios cualitativos dan lugar a cambios cuantitativos. Un ejemplo elemental de lo anterior, útil para los físicos pero no único, es el cambio de la fase sólida a la líquida, que experimenta el agua cuando se acumula energía en un trozo de hielo hasta que se consigue obtenerla como líquido. Cualitativamente las dos fases son distintas y el cambio provino de la acumulación (cantidad) de energía.

No debe confundirnos el manejo de frases grandilocuentes, y la sustitución de palabras viejas por otras nuevas, no ayudan a convencer de que se tiene la razón en las conclusiones presuntamente alcanzadas. Frases como: estrategia situada, evaluación auténtica del aprendizaje, vínculo entre la escuela y la vida, son sólo frases nuevas. Una revisión de los estudios pedagógicos de los años 1950 nos arroja, por ejemplo, otra moda: el método de aprender haciendo, que trataba de integrar la acción como forma de aprendizaje. El punto es el siguiente: si se supone que siguen procedimientos científicos, ¿cuáles son?

Uno de los elementos fundamentales del conocimiento científico es que se busca alcanzar resultados que pueden ser reproducibles por otros grupos de trabajo, siempre y cuando se reproduzcan también las condiciones en que se realiza el experimento.

Y sobre la base de una serie de documentos supuestamente analíticos, en la Universidad de Sonora se han tomado medidas que descansan sobre ideas que no pueden ir más allá de una discusión entre especialistas en congresos, muy distantes de la claridad y la confianza que brindan los estudios concluyentes dignos de ser aplicados de manera general a seres humanos que, en el caso de la UNISON, son algo menos que conejillos de indias.

Por ejemplo, hablar de las teorías del procesamiento humano de la información, de la educación escolar como una práctica social y socializadora, de la teoría sociocultural del desarrollo y del aprendizaje, del aprendizaje verbal significativo, es discutir los puntos de vista de diferentes pensadores. Pero mientras no se trabaje estadísticamente con grupos piloto, ni se someta a la discusión de otros pensadores las conclusiones que están siendo presuntamente demostradas, todo el estudio es meramente descripción.

Pero en el caso concreto de la Universidad de Sonora tenemos ya varias generaciones de jóvenes que han sido sometidos al curso obligatorio de nombre: “Estrategias para aprender a aprender”, ¿cómo se sabe que los resultados están siendo positivos? Los recursos económicos dedicados a la meta de que los estudiantes tengan mejores habilidades para aprender ¿se están logrando? Han convertido a los primeros semestres de toda la Universidad de Sonora en un gigantesco laboratorio en el que miles de estudiantes han tomado los cursos que han sido ordenados por la reforma curricular, ¿ya tienen conclusiones cuantitativas?

En el ámbito de los profesores universitarios no se conoce un plan de seguimiento para evaluar el impacto de esa asignatura obligatoria sobre los planes de estudio.

En esas circunstancias, sólo podemos verlo como potenciales cursos remediales que pretenden tapar los agujeros generados en la mala calidad de la educación básica y media básica, que lleva años de creciente degradación en las manos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).


(1) http://portal.unesco.org/education/es/ev.php-URL_ID=27542&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html

lunes, 20 de julio de 2009

PRIMERA CRÍTICA AL PLAN DE ESTUDIOS DE LA LICENCIATURA EN FÍSICA (UNIVERSIDAD DE SONORA)

El modelo curricular que fue impuesto en la Universidad de Sonora durante la rectoría que fungió desde 2001 hasta 2009 es sumamente defectuoso.

Con la nueva administración el modelo continuará, pues el nuevo Rector estuvo entre los actores principales que impulsaron e impusieron todas las reformas curriculares que fueron tan pomposamente pregonadas como grandes logros en la Universidad de Sonora.

Los defectos del modelo curricular son muchos, por eso abordaré su crítica en partes que sean fácil y rápidamente legibles. En esta ocasión tocaré algunos de los que se desprenden del uso que se le pretende dar a una asignatura tan importante como es la de Ética.

Se dice que el estudio de esta materia es obligatorio porque se pretende “la formación de valores entre los universitarios”.

La primera pregunta que me produce esta afirmación es obvia: ¿de cuáles valores están hablando?

Para Adolfo Sánchez Vázquez “La ética es la teoría o la ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad.”



La ética se encuentra fuertemente vinculada a la filosofía, pero como subproducto del desprecio hacia esta última, que en México ha crecido en los últimos cuarenta años, se pretende desvincular a la ética de la filosofía, hasta el grado de creer que la primera puede ser una generadora automática de valores humanos en quienes la estudian solamente para “pasar (acreditar) una materia obligatoria”.

Siendo una rama del estudio de fenómenos que ocurren en la vida del hombre, ahora pretenden convertirla en una especie de sombrero de un mago que hace saltar conejos (valores) ante un público contemplativo.




Al separar a la ética de la filosofía, se deja de lado la profunda relación que tiene con la epistemología (teoría del conocimiento) de cada pensador. Por ejemplo, para Emmanuel Kant, lo que el sujeto conoce es el producto de su conciencia, y en ese mismo sentido, en el ámbito de los valores morales el sujeto se da a si mismo su propia ley, siendo, por lo tanto, un sujeto activo y creador en el conocimiento y en la moral.



En cambio, para Sigmund Freud, quien afirmaba que existe una zona de la personalidad de la cual el sujeto no tiene conciencia (el inconsciente), resulta que el comportamiento moral del hombre obedece a fuerzas o impulsos que escapan al control de su conciencia, aún cuando se presenten como consciente.




A su vez, para el marxismo, el hombre es productor, transformador, y creador, mediante su trabajo, de la naturaleza exterior, tratando de crear un mundo a la medida de la naturaleza humana. La moral tiene, además, un carácter de clase, y mientras éstas existan, no se darán las condiciones reales para la existencia de una moral universal.




En consecuencia con las observaciones anteriores, ¿de cuáles valores morales están hablando?

Tal vez estarían pensando en la concepción de los sofistas, a quienes atraía un saber político y jurídico tendiente a influir en la vida pública, para lo cual se requeriría maestría en el arte de convencer. Se trataría de la retórica, es decir, de los procedimientos y usos del lenguaje al servicio de propósitos persuasivos.



Pero esa retórica es la que practica el vendedor que pondera las cualidades de un producto que desea vender, aunque sean falsas. Es también la del político prometedor en la campaña y elusivo en el cargo cuando ha sido electo.

La presencia de la ética como asignatura obligatoria y desvinculada de la filosofía hace un daño enorme a la forma en que el estudiante universitario ve a las disciplinas sociales. En lugar de sentirse atraídos por ellas, las ve como requisitos a cumplir porque está forzado a hacerlo y se refiere a ellas como “materias de relleno”.