sábado, 1 de octubre de 2011

El escape de Lise Meitner de Alemania


Lise Meitner fue una física austriaca orientada hacia el trabajo experimental, pero con una sólida formación teórica. Creció y estudió en Viena y su trabajo de investigación científica lo desarrolló en Berlín, a donde llegó casi sin derechos debido a su condición femenina. En el Instituto donde inició sus experimentos se le prohibía entrar por la puerta principal y no tenía derecho a usar los baños. Había para ella un acceso lateral a su laboratorio, y cuando necesitaba, debía salir a caminar varias decenas de metros para pedir permiso de usar el baño de un pequeño restaurante cercano.

En la siguiente fotografía aparece ella con Otto Hahn en un laboratorio:

A pesar de que desempeñó un papel fundamental en la confirmación de la existencia del positrón, el trabajo de Lise Meitner es poco conocido, en parte porque en cada país le dan más importancia a los autores nacionales que investigaron sobre los mismos temas que ella, y también, porque muchos piensan que el descubrimiento de la fisión del átomo se debió a Otto Hahn, quien realizaba el trabajo químico después de que los elementos pesados, como Torio, o Uranio, eran bombardeados con neutrones en el laboratorio de Lise. La historia se puede encontrar en las biografías serias sobre ella, y en un artículo de difusión que escribí hace años en la Revista de Física de la Universidad de Sonora, cuando ésta existía. Si un lector de este blog se interesa en leerlo, me puede escribir para mandárselo en un archivo PDF.

Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, sometieron a todos los habitantes de Alemania a una interrogación acerca de sus padres, abuelos, bisabuelos, etcétera. Lise Meitner fue una de esas personas interrogadas con el objetivo de determinar quiénes era arios y quienes tenían mezcla con judíos. Como consecuencia del cuestionario que le fue aplicado, a ella le informaron que era 25% judía.

Las prohibiciones de trabajo para los judíos aparecieron desde abril de 1933, pero Lise se salvó porque ella no era considerada alemana, sino austriaca. El manto protector se terminó el 12 de marzo de 1938, cuando las tropas alemanas cruzaron la frontera con Austria y la anexaron al territorio alemán.

Kurt Hess, un integrante del partido nazi que estaba incorporado al instituto donde trabajaba Lise, la denunció y afirmó, al día siguiente de la anexión de Austria, que los judíos hacían peligrar al Kaiser Wilhelm Institute. Presentó su denuncia y el caso llegó a la competencia de Georg Graue, un ex estudiante de Otto Hahn. Éste le informó a Hahn que el caso ya había llegado al Consejo de Investigación del Reich, y así, Otto entró en un periodo de tensión que escaló hasta el punto de decirle a Lise Meitner que ya no debería ir más al instituto. En su diario ella escribió que prácticamente la estaba echando de su centro de trabajo.

Lise visitó a Paul Rosbaud, un amigo personal que siempre tenía información interna de los círculos del poder en el nazismo. Él era un químico especializado en metalurgia, quien había trabajado como consejero científico de la empresa editorial Springer Verlag antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Después de 1987 se supo que, además, pasaba información a los aliados, vía Noruega, acerca del estado de desarrollo de las bombas V2, y también, de los avances casi inexistentes para construir una bomba atómica en la Alemania dirigida por los nazis. Como se sabe desde 1987, fue Paul Rosbaud quien avisó a los británicos y estadounidenses que no tenían necesidad de preocuparse sobre la posibilidad de una bomba nuclear en manos de los nazis. En forma precisa, otras fuentes han informado que el alto mando estadounidense lo sabía desde 1943, y a partir de entonces, tenían tomada la decisión de ocultar ese conocimiento a los científicos del proyecto Manhattan, quienes realizaban grandes esfuerzos para adelantarse a los nazis en la obtención de la bomba.

Paul Rosbaud es la persona de la siguiente foto:

El 23 de marzo de 1938 Paul Rosbaud acompañó a Lise Meitner a conversar con un abogado para conocer sus posibilidades de conservar su trabajo en el Kaiser Wilhelm Institute, pero todo terminó en una visita de ambos a Ernst Telschow, un integrante del partido nazi, quien fungía como director de esa institución. La reunión se llevó a cabo el 26 de marzo de 1938, y en ella Telschow le informó que él no tenía intención de que ella saliera del instituto, reforzando su punto de vista con un comentario en el sentido de que Carl Bosch, presidente de ese centro de investigación desde el retiro de Max Planck, se había expresado en la permanencia de Lise en el puesto que ocupaba desde hacía décadas.

A pesar de los resultados de la reunión, aparentemente satisfactorios, Lise siguió sintiendo temor. Ella sabía que el régimen nazi era en realidad un gobierno sin ley, donde ahora podía pasar una cosa y mañana otra muy diferente. Se sabía sin derechos, y aunque las autoridades cercanas del Instituto Kaiser Guillermo fueran favorables, en realidad el control estaba en las manos del gobierno y sus ministros de educación.

Los amigos de Lise se percataron del ambiente gestado en el entorno de ella y buscaron la forma de ayudarla. A la luz de los acontecimientos ocurridos desde 1933 hasta marzo de 1938, era evidente la ruta de los hechos:
  1. El Presidente alemán, Paul von Hindenburg, había nombrado canciller a Adolfo Hitler el 30 de enero de 1933.
  2. Veintinueve días después, la noche del 27 al 28 de febrero, el parlamento alemán (el Reichstag), se quemó en circunstancias no aclaradas en la época, pero el gobierno lo clasificó como un acto de terrorismo ejecutado por los comunistas y procedió contra ellos.
  3. El mismo día 28 de febrero, Hitler convenció a von Hindenburg de la necesidad de invocar una cláusula de emergencia contenida en la Constitución de Weimar. Eso le permitió disponer de un decreto de la Presidencia del Reich para la Protección de la Nación, así, se suspendieron derechos civiles como las libertades de expresión, de reunión en asamblea y de prensa, sentando las bases para el encarcelamiento posterior de todos los opositores a los nazis sin procedimiento judicial de por medio.

En una contribución previa relaté cómo el acceso de los nazis al poder fue hasta cierto punto de rebote, pues resultó de las intrigas palaciegas orquestadas en torno al Presidente Paul von Hindenburg, quien a la edad de 84 años ya tenía una enfermedad neurodegenerativa. En los medios de la derecha alemana se pedía a gritos la presencia de un hombre fuerte. Kurt von Schleicher lo había manifestado así desde los primeros meses de 1932, y con esa frase se promovía a si mismo. De hecho, fue Canciller desde diciembre de 1932 hasta el 29 de enero de 1933, pero no tuvo oportunidad de mostrarse como el dirigente de hierro que decía ser. Schleicher se había enemistado con Franz von Papen, quien también deseaba ser el canciller, por esa razón, cuando comprendió la cercanía de la caída de su gobierno, se adelantó a proponerle a Paul von Hindenburg el nombramiento de Adolf Hitler, pensando que de ese modo él sería el ministro de defensa. No sólo no fue así, pues además, la capacidad de von Schleicher para la intriga terminó el 30 de junio de 1934, cuando se llevó a cabo la llamada “Noche de los Cuchillos Largos” por órdenes de Hitler. En castigo por haberse expresado a favor de Ernst Rhom (nazi crítico de Hitler en ese año), fue asesinado junto con al menos otras 85 personas.

Los hechos demostraron que el hombre fuerte no era Schleicher, sino Hitler, quien había enseñado su capacidad para la barbarie desde los primeros seis meses de su gobierno, cuando ordenó una serie de acciones, leyes y decretos en contra de los judíos, los negros y los gitanos:
  • El primero de abril de 1933 los nazis organizaron un boicot en contra de los negocios judíos.
  • El 7 de abril siguiente se aprobó en el Parlamento la Ley para la Restauración del Servicio Civil Profesional. Excluía a los judíos y a los opositores políticos, prohibiéndoles el ejercicio de las profesiones de abogados, jueces médicos y docentes. Allí fue despedido Max Born, maestro de Werner Heisenberg y coautor de la versión matricial de la teoría cuántica.
  • El 10 de mayo de 1933 los nazis organizaron una quema de libros escritos por judíos e intelectuales opositores a ellos.
  • El 14 de julio siguiente el gobierno nazi aprobó la Ley de Revocación y Naturalización, retirando la nacionalidad alemana a los extranjeros, a los judíos sin nacionalidad y a los gitanos. Llegó también la Ley para la Prevención del Surgimiento de Enfermedades Hereditarias, autorizando y promoviendo la esterilización preventiva de minusválidos, gitanos, inadaptados sociales y negros residentes en Alemania.
  • Desde el 2 de agosto de 1934, tras la muerte del Presidente Paul von Hindenburg, Hitler se declaró Führer de Alemania, agregando ese cargo al de Canciller, de modo que ya nada lo podría detener.
  • El 28 de junio de 1935 el Ministerio Alemán de Justicia modificó el Código Penal para introducir como delito la homosexualidad. A partir de ese día, la persecución de los hombres homosexuales se volvió legal.
  • El 15 de septiembre siguiente el gobierno nazi decretó la Ley de Ciudadanía del Reich. Surgió también la Ley para la Protección de la Sangre y el Honor. Los judíos pasaron a ser ciudadanos de segunda categoría y los matrimonios de alemanes con judíos quedaron prohibidos. Lo mismo que con negros y gitanos.

Visto en retrospectiva, resulta difícil explicar que, con todas estas señales, Lise Meitner todavía estaba en Alemania en la primavera de 1938.

Regresando al interés de los amigos por Lise, Paul Scherrer, fundador junto con Paul Debye de la Cristalografía, y Director del Instituto de Física de la Universidad de Zürich en 1938, le envió una invitación, abierta en cuanto a intervalo de tiempo, proponiéndole asistir, en el momento que ella deseara, a un coloquio sobre los últimos avances científicos en su ramo. Una invitación similar provino de Niels Bohr desde Copenhague, en Dinamarca. Ambos, sin especificar fecha, dejaban disponible la posibilidad de que Lise evaluara las circunstancias y aprovechara las oportunidades para salir de Alemania con pretextos de visitas científicas. Ella siguió dudando.

A continuación muestro una fotografía de Paul Debye:

El 22 de abril de 1938, Lise se encontró con Carl Bosch y éste le informó que su caso estaba en consideración del Ministro de Educación y Ciencia. Se trataba de Bernhard Rust, promotor de la enseñanza con base en los conceptos del nazismo, y se resumía en la idea de que la educación alemana debía dirigirse a la formación de nazis desde la niñez. Después de esa reunión, Lise escribió en su diario que sus oportunidades se estaban estrechando.


Bosch es el de la foto que sigue:

La mejor oportunidad vino desde Estados Unidos, donde vivía una hermana de Lise. Se llamaba Lola y se habían encontrado en Viena unos meses después de la anexión de Austria por parte de los nazis. Allí, Lise le había confiado su necesidad de salir de Alemania, de modo que, en cuanto Lola llegó a la Ciudad de Washington, le escribió a James Franck, coautor del famoso experimento Franck-Hertz con el cual se demostró experimentalmente que la energía en los átomos está cuantizada, justo como lo proponía Niels Bohr en su trabajo sobre el modelo del átomo de hidrógeno. James Franck también era judío, pero él sí había reaccionado a tiempo cuando los nazis llegaron al poder. Abandonó Alemania en 1933 y emigró a los Estados Unidos, trabajó para varias instituciones, una de ellas la Universidad John Hopkins y otra la Universidad de Chicago. Obtuvo para Lise una carta de invitación a trabajar en cualquiera de las dos instituciones mencionadas, con un salario anual de 6 mil dólares en la primera, o bien, un salario posible de 10 mil dólares anuales en la de Chicago. Así la carta aseguraba al gobierno estadounidense que Lise no sería una carga social, y tratándose de una científica tan relevante, la oportunidad era inmejorable.

Si consideramos una inflación promedio de 3.5% en los Estados Unidos desde 1938 hasta la fecha, esa oferta correspondía a casi 74 mil dólares anuales en el caso de la Universidad John Hopkins y de más de 123 mil dólares en el caso de la Universidad de Chicago. Ruth Lewin Sime, biógrafa de Lise Meitner, nos relata en su libro que ella nunca había considerado seriamente irse a vivir a los Estados Unidos porque estaba muy distante. Se decidió por ir a Copenhague, donde no había una oferta de trabajo sino una invitación para visita temporal, el 9 de mayo de 1938 le informó a su sobrino Otto Robert Frisch que aceptaba, asistió al Consulado de Dinamarca a solicitar una visa, pero allí le informaron que, después de la anexión de Austria a Alemania, su pasaporte austriaco había perdido validez. El 11 de mayo telefoneó a Carl Bosch, quien la ayudó a entrevistarse con un funcionario de apellido Gartmien, de Viena, acerca de las regulaciones sobre pasaportes, pero Lise no logró que le aclarara nada. Ni siquiera recibió un consejo.

Carl Bosch optó entonces por presentar el caso directamente al Ministro del Interior, Wilhelm Frick, a quien le dirigió una carta alabando la alta calidad científica de Lise pero informándole que no era aria. Le hizo saber que ella tenía varias propuestas para trabajar sobre asuntos científicos en varios países, y también, sobre la inutilidad de su pasaporte austriaco, razón por la cual necesitaba un pasaporte alemán. Transcurrieron semanas sin respuesta.

El 6 de junio de 1938, Niels Bohr y su esposa viajaban rumbo a Copenhague y pasaron por Berlín para entrevistarse con Lise. Bohr llegó a Dinamarca muy alarmado y se comunicó con Hendrik Kramers para pedirle a los físicos holandeses que hicieran algo. Éste se entrevistó con Dirk Coster y con Adriaan Fokker.

Niels Bohr es muy conocido, pero de todos modos agregamos enseguida una fotografía suya en su juventud:

Henri Kramers era un físico teórico holandés, quien había trabajado con Bohr sobre diversos temas de mecánica cuántica y desde 1934 se encontraba en Leiden ocupando la plaza desocupada por Paul Ehrenfest años antes. Entre sus trabajos más destacados está la descripción teórica – realizada junto con Heisenberg – del ahora llamado efecto Ramann. En general, Kramers hizo varios descubrimientos que no le son reconocidos porque alguien se adelantó a él por algunos meses.

Ahora agrego una fotografía de Henri Kramers:

En el tiempo que estamos narrando, Dirk Coster era profesor de física y meteorología en la Universidad de Groningen. Por su parte, Adriaan Fokker se había doctorado en Leiden, con Hendrik Lorentz, en 1913, quien encantado con el rendimiento académico de Fokker, lo recomendó con Einstein – quien entonces estaba en Praga – para que trabajara con él. En colaboración con Einstein, Fokker demostró que la teoría de gravitación de Nordström era en realidad un caso particular del enfoque trabajado por Einstein y Marcel Grossmann desde 1911.

Dirk Coster aparece en la siguiente foto:

Además, Adriaan Fokker es uno de los descubridores de la ahora llamada ecuación de Fokker-Planck, y también, de una predicción de la Relatividad General llamada “precesión geodésica” que apenas pudo ser medida con toda precisión en años recientes.

Aparte de todo lo anterior, desarrolló una teoría musical, en la cual destacan los llamados “bloques de periodicidad de Fokker”. También diseñó y construyó varios instrumentos cuya característica es que en ellos se pueden tocar notas musicales cuya frecuencia se encuentra enmedio de los semitonos. En un piano, por ejemplo, de la tecla de la nota Mi a la de la nota Fa, hay medio tono, lo mismo ocurre de la tecla de la nota Si, a la de Do. Todas las demás teclas blancas están separadas por un tono, por eso están enmedio de ellas las notas negras, que ocupan el lugar de los semitonos. Si se cuentan, son 12 sonidos que van de medio tono en medio tono. Adriaan Fokker se interesó en la producción de microtonos, con notas musicales enmedio de Mi y de Fa, o enmedio de Si y de Do, etcétera.

Enseguida podemos ver a Adriaan Fokker sentado frente a un órgano de apariencia muy extraña:

Los expertos en música nos cuentan que el “blues” y algunas piezas del “rock”, recurren a estas escalas microtonales. En especial, uno de los músicos que aportaron composiciones musicales con escalas microtonales es un mexicano de nombre Julián Carrillo. Escribiendo en el youtube: “Julián Carrillo – Preludio a Colón”, se puede localizar una composición suya en la que la separación entre las notas son cuartos de tono y no medios tonos, como estamos acostumbrados.

También, escribiendo: “Ahualulco del Sonido 13 (pt. 2)”, encontramos una explicación acerca de las ideas y el trabajo de Julián Carrillo. El número 13 es simbólico porque rompe con la escala basada en 12 tonos. Modernamente la electrónica ha facilitado la producción de esta clase de sonidos, pero en los tiempos de este músico mexicano era necesario mandar construir los instrumentos con modificaciones especiales.

Dirk Coster y Adriaan Fokker se dedicaron a buscar opciones de trabajo para Lise Meitner, pero pronto comprendieron la complejidad del problema y lo exiguo del plazo sugerido por Niels Bohr: una semana. Así llegó el 14 de junio de 1938, cuando Lise pudo enterarse de la imposibilidad de salida del país para técnicos y académicos. Dos días después Carl Bosch recibió del Ministerio de Educación y Ciencia la respuesta solicitada desde el mes anterior, simple y llanamente se le negaba el otorgamiento de un pasaporte alemán porque “Se considera indeseable que judíos bien conocidos salgan de Alemania para viajar y aparecer como los representantes de la ciencia Alemana, o con sus nombres y su experiencia técnica demuestren su desagrado interno contra Alemania.” [Es mi traducción de la cita original del libro de Ruth Lewin Sime]. La conclusión evidente, a partir de la carta, era la renuncia inminente al Instituto por parte de Lise y la imposibilidad de salir de Alemania, además, perdería su derecho a cobrar una pensión por los 31 años laborados en Alemania.

Las segunda quincena de junio de 1938 trajo más noticias malas, Otto Hahn le propuso a Paul Rosbaud que le consiguiera un pasaporte falso para salir de Alemania, pero eso no le sería de utilidad para obtener trabajo en Suiza, Holanda, o Suecia como planeaban. El 21 de junio Niels Bohr les confirmó por escrito la imposibilidad de ofrecerle trabajo en Copenhague debido a la gran cantidad de extranjeros presentes en el instituto de Bohr en ese momento. Cuatro días antes, en otra carta le había mencionado la posibilidad de un puesto para Lise en Estocolmo con Manne Siegbahn. Éste era un físico sueco ganador del Premio Nobel de Física en 1924 por sus investigaciones usando rayos X. En las condiciones anteriores, Fokker le comunicó a Paul Debye la necesidad de que Lise saliera de Alemania a la primera oportunidad. Mientras tanto, Coster y Fokker se habían dado a la tarea de reunir dinero para el sostenimiento de Lise, quien se quedaría sin salario en cualquier momento. Se habían propuesto como objetivo reunir 20 mil francos para garantizarle ingresos por 4 años, pero después de agotar todas sus opciones, apenas llevaban 4 mil.

Aparte de las negativas de varios industriales a quienes se les había solicitado cooperación para la bolsa de dinero ya mencionada, había muchos científicos holandeses reacios a aceptar la gravedad del problema afrontado por Lise, en consecuencia, Dirk Coster decidió ir personalmente a Alemania para conocer la situación. En esos mismos días, se realizó una reunión en la casa de Peter Debye, donde estuvieron, además de Lise, Max von Laue y Ebbe Rasmussen, un colaborador de Bohr en Copenhague. Allí se analizaron dos destinos posibles para ella: Holanda o Suecia. En el primer país podría trabajar, pero sin derecho a un salario, en Suecia se abría la promesa de un puesto en el instituto de Manne Siegbahn, a punto de ser terminado. Sin embargo, antes de finalizar junio , Bohr les informó sobre la falta de certeza de esa opción.

Max von Laue es el de la foto siguiente:


El 4 de julio de 1938 Carl Bosch le informó a Lise que la política de prohibición de salida de Alemania para los científicos sería reforzada muy pronto sellando las fronteras desde adentro. Cuando Debye se enteró, le escribió a Dirk Coster urgiéndolo para coordinarse y planear una salida de ella a Holanda lo más rápido posible. Por su parte, Lise había contactado a un ex estudiante suyo: Friederich von Weizsacker, hijo de un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores. La respuesta fue la misma, no habría permiso para salir de Alemania.

En el momento en que Lise abordó a su ex alumno, su padre estaba firmando órdenes para las embajadas alemanas en el mundo, a fin de que persuadieran a los bancos de no realizar transferencias de fondos de judíos desde Alemania hacia el exterior. Así, la consulta de ella a Friederich von Weizsacker solamente complicó su situación, pues ahora su caso era del conocimiento de cuando menos dos ministerios del gobierno nazi.

El miércoles 6 de julio siguiente Debye mandó un aviso urgente para Fokker, pero el mensaje no llegó a su destino, en Holanda, sino hasta el sábado 9 de julio. Coster no tenía todavía el permiso para el ingreso de Lise a ese país, de modo que Fokker llamó al Hague, la sede del gobierno holandés, del parlamento, y de la suprema corte de justicia. Era sábado por la tarde y los funcionarios de gobierno ya no estaban. Encontró al jefe de la guardia de la frontera, quien le prometió una respuesta para el lunes 11 de julio por la mañana. Buscaba contestación a una carta enviada por él y por Coster al Ministerio de Justicia de Holanda, en la cual explicaban de manera extensa lo conveniente que sería tener el honor de recibir a una mujer luminaria de la ciencia. Eso era la cara oficial, porque en privado, Coster le había comentado al ministro sobre la peligrosa situación de Lise en Alemania. La situación era ya demasiado tensa, pero mientras los telegramas se intercambiaban entre Berlín y Holanda, la única posibilidad para todos era esperar todo el fin de semana.

El lunes 11 de julio Coster recibió respuesta positiva para el ingreso de Lise a Holanda, pero eso no garantizaba su salida de Alemania. Tomó el tren y recorrió más de 450 kilómetros para llegar a Berlín ese día por la noche. Su idea era salir con Lise el siguiente miércoles en ferrocarril por una ruta poco transitada, que cruzaba la frontera de Alemania a Holanda por un pequeño pueblito llamado Nieuwe Schans. Poco antes de salir hacia Berlín, Coster había viajado con un político local de apellido Ebels, de gran influencia en esa región holandesa, y ambos consiguieron contactar a los oficiales del sistema de inmigración holandés, quienes mantenían buena relación con los funcionarios correspondientes del lado alemán. Esperaban que la parte holandesa convenciera a los alemanes para que permitieran el pase de Lise sin problemas.

Una imagen moderna de esa región de la frontera de Holanda con Alemania se aprecia enseguida, fue tomada por alguien que se firma tounoueem y ha incorporado al sistema Panoramio muchas fotografías muy hermosas. Es muy recomendable consultarlo


El martes 12 de julio de 1938 Lise asistió al Instituto Kaiser Guillermo, donde se quedó trabajando hasta las 8 de la noche. Por su parte, Coster cuidó de no ser visto en Dahlem, el suburbio cercano a Berlín donde se encuentra el instituto. Para no despertar sospechas, ella dedicó casi todo el tiempo a la corrección de un artículo de un joven estudiante, cuando salió, tenía escasa hora y media para preparar su equipaje en dos pequeñas maletas. Pasó el resto de la noche en casa de Otto Hahn, hasta que Paul Rosbaud los llevó a la estación del ferrocarril. En el último momento, el nerviosismo empezó a superar la entereza de Lise, de modo que le pidió a Rosbaud – sin éxito – que se regresaran.

Ahora los historiadores saben que Kurt Hess, el integrante del instituto que la denunció, se había percatado de los movimientos de Lise, los cuales le parecieron sospechosos, pues vivía muy cerca de la casa de ella. Envió una nota escrita a mano a la policía local para ponerlos sobre aviso del escape, pero al parecer, la nota de Hess llegó primero al local del partido nazi y después a los oficiales de policía. Gracias a ese retraso de comunicación interna el viaje transcurrió sin problemas, y aunque al llegar a la frontera ella estaba muy nerviosa, los guardias la dejaron pasar, posiblemente porque pensaban que se trataba de la esposa del Profesor Meitner. Cuando los policías del régimen fueron a averiguar para atender la nota de Hess, ya hacía varias horas del arribo de Lise a Holanda.

Ella se vió obligada a abandonar Alemania después de 31 años de un trabajo científico sumamente exitoso, con 10 marcos en su bolsa y el anillo de diamantes que a última hora le había regalado Otto Hahn por si se presentaba una emergencia.

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