miércoles, 26 de octubre de 2011

Te invito a leer: RECORDAR ES VIVIR…MURIENDO





El 26 de octubre de 2010 falleció el profesor Salvador Loya Villalobos.

El 21 de noviembre de 2010, publicamos en este blog una interesantísima descripción de Salvador, escrita por nuestro amigo Ramón Santoyo Durán, quien nos ilustró sobre el conocimiento y afición de Loya para con el General Francisco Villa.

Ahora se cumple un año de su fallecimiento y esta vez el profesor Santoyo nos regala una reflexión y un poema dedicado a Salvador Loya Villalobos.

La categoría de la personalidad del finado se lleva excelentemente con la calidad literaria de Ramón Santoyo, de modo que aquí ponemos la liga de su  recién estrenado blog. Es altamente recomendable su lectura. Nada más dale click aquí:

lunes, 24 de octubre de 2011

El concepto de tiempo cíclico





Este miércoles 19 de octubre de 2011 presenté una conferencia en el Departamento de Física de la Universidad de Sonora. Oficialmente ésta no existe, pues en su sistema de tomas de decisiones por razones afectivas, los encargados de la difusión dentro de la institución en que trabajo no publicaron sobre esta actividad, que como pronto verán, es muy interesante.

A la conferencia que dicté se le pretende aplicar la misma lógica que a la matanza de las bananeras relatada por Gabriel García Márquez en “Cien Años de Soledad”. Cuando el sobreviviente relataba que habían sido más de tres mil los muertos, todos en Macondo afirmaban que allí no había pasado nada.

En mi conferencia hablé del concepto del tiempo de las civilizaciones antiguas, haciendo ver que la forma más inmediata en la que éste se percibe es como algo que se puede representar en curvas cerradas y no como un punto que se mueve a tasas constantes en una recta de números reales que viene de menos infinito y va hacia mas infinito.


Inicié con la advertencia de que el tiempo es un concepto muy complejo y que existe una concepción moderna de éste, conforme al cual se trata de un escalar asociado con el movimiento.

Dicho de otra forma, si no hay movimiento, no puedes hablar de tiempo, y a la inversa, para hablar del movimiento necesitas al tiempo. En otras palabras, forman una pareja indisoluble.

Otra de las condiciones que el tiempo tiene que cumplir es que debe fluir y distinguir el pasado del futuro.

Además, debe permitir el establecimiento de instantes de menor a mayor.

Si tu estudias teoría de funciones, puedes reconocer que se trata de las propiedades de la recta de los números reales, tal que el tiempo es un punto moviéndose por esa recta a tasas constantes.


Hasta este punto, parecería que todo está muy claro, y podríamos decir, como lo dijo Richard Feynman, que no nos importa saber qué es el tiempo, sino cómo medirlo.

Esta actitud de Richard Feyman es típica del pragmatismo estadounidense, pero no es lo más recomendable si se desea comprender qué significa el tiempo.

Por ejemplo, una de las aportaciones fundamentales de Albert Einstein en su teoría de la Relatividad Especial es que asigna un carácter objetivo al tiempo en cada sistema de referencia inercial. Con esto quiero decir que significa la misma medida, y el mismo ritmo de los relojes, para todos aquellos experimentadores que se encuentren en ese mismo sistema de referencia.

Esta posición de Einstein hizo la diferencia respecto a los físicos que le precedieron en el descubrimiento de muchas de las expresiones matemáticas que él encontró en su memorable artículo de 1905. Por ejemplo, Hendrik Lorentz y Henry Poincaré, solamente le asignaron al tiempo en los distintos sistemas de referencia el carácter de parámetros matemáticamente útiles.

Sabemos también que las mediciones realizadas en distintos sistemas de referencia inerciales están relacionadas por expresiones matemáticas, pero aquí empieza la polémica. Para los físicos con posiciones filosóficas que llamamos realistas, se trata de relaciones objetivas; en cambio para quienes adoptan la filosofía del idealismo subjetivo, sucede exactamente lo contrario. Por ejemplo, para Kurt Gödel, un tiempo relativo no podía ser objetivo.


El tema es francamente complejo, pues al considerar las teorías físicas en su conjunto, aprendemos que tanto para la mecánica clásica, como para le mecánica cuántica, sean estas las versiones válidas a bajas velocidades comparadas con la de la luz, o bien la versión relativista, que es correcta para cualquier velocidad de un móvil, ocurre que cuando se cambia la variable tiempo “t” por “-t”, no pasa nada. Es decir, las ecuaciones de movimiento de las partículas son invariantes ante cambios en el tiempo.

¿Entonces por qué hay diferencia entre pasado y futuro? La respuesta nos la da la termodinámica con su segunda ley, pero ésta, desde el punto de vista de la física estadística, significa que la diferencia entre pasado y futuro es producida por el hecho de que se trata de un efecto colectivo de muchas partículas.

Otro enredo peor se forma cuando, desde el punto de vista de la interpretación ortodoxa de la Mecánica Cuántica, resulta que a nivel microscópico el tiempo no existe, dejando como única opción que éste exista en sentido macroscópico.

Hechas las advertencias anteriores, que indican la importancia de hablar acerca de la filosofía, pasé a explicar algunas fotografías que tomé en los últimos diez meses, mismas que me permiten afirmar que es posible organizar un centro de difusión de la ciencia y de promoción del estudio de la historia antigua de los habitantes de la América del Norte

En las dos fotos anteriores tomé fotografías de la salida del Sol en las fechas que se indican. Se trata del solsticio de invierno, cuatro días antes de navidad y del día en que inició la primavera (aproximadamente) en 2011. Puede verse que el punto donde amaneció el Sol se movió hacia la izquierda. Es decir, hacia el norte.

En la siguiente diapositiva presente dos fotografías más. En la de la izquierda se aprecia que tuve que cambiarme de lugar porque el Sol apareció tan al norte, que una pared me estorbó para tomar mi fotografía. Nótese que el punto donde salió el Sol seis meses antes ni siquiera aparece. La verdad es que habría necesitado una cámara con un lente especial para poderlo captar.

En cambio, en la fotografía de la derecha tengo la imagen del 21 de septiembre. Se puede ver que el Sol sale detrás del arbolito, igual que seis meses antes. El punto del amanecer se devolvió. Después de avanzar hacia el norte, se regresó el 21 de junio.

El Sol sale por donde mismo, pero no es la misma foto, como puedes apreciar porque en la del 21 de septiembre ya hay pasto que nació como consecuencia de las ligeras lluvias de verano.



Los antiguos habitantes de la América del Norte se percataron de todo lo anterior. De aquí resulta que se puede medir cuántos días tiene el año por el método de observar por dónde sale el Sol. Así surgen los llamados calendarios de horizonte. Pero hay algo más, de aquí no se concluye que podemos representar el tiempo con base en la recta de los números reales, como dijimos antes.

Todavía hay algo más. Me puse a medir en la foto dónde salió el Sol el día 17 de octubre de 2011. está señalado con una flecha que dice “real”. Si llamamos 100% al punto donde saldrá el Sol el próximo 21 de diciembre, ocurre que el lunes pasado apareció a una distancia que es de más del 38% con respecto al total que deberá recorrer.

Sin embargo, si el movimiento de ese punto ocurriera a tasas constantes, debería haber estado en el 28.5%, como se indica con la línea verde y la flecha correspondiente. Ocurre algo similar a lo que sabemos que sucede con la lenteja de un péndulo, que avanza más rápido cerca del punto del equilibrio y más lento en los extremos. En este caso, el sitio detrás del arbolito es por donde pasa más rápido. Es cuando ocurren los equinoccios.

¿Qué es lo que esto significa?
Que la idea de avance a tasas constantes del punto con el que representamos al tiempo en la recta real, tampoco aparece directamente a partir de las observaciones de la vida cotidiana.



Lo anterior demuestra que la idea de un tiempo representable en ciclos, con tasas variables, es una conclusión más obvia.

¿Por qué no utilicé el atardecer?
Por una razón práctica. En las dos fotos que sigue se presenta lo que teníamos el 21 de diciembre de 2010. Enseguida la de seis meses después. En diciembre el Sol se puso a un lado de una torre de comunicaciones, en tanto que en la de la derecha se ve dónde se metió el 21 de junio. El camino de terracería indica la enorme diferencia. De nuevo, cuando tomé la foto de la derecha ya no apareció la torre, que había quedado muy al sur como para salir en la fotografía.



Se puede ver que no tengo disponibles accidentes naturales, de modo que habría necesitado una técnica similar a la utilizada por los Mayas en Yucatán, de la cual hablé posteriormente.

Enseguida pasé a otro asunto ¿cómo buscar el norte?
No te creas el cuento de la brújula, la realidad es que la brújula es una mala idea para encontrar el norte con precisión. Ninguna civilización confió totalmente en ella, pues nada más una aproximación útil cuando se necesita saber con urgencia hacia dónde está el norte. Es el caso de los marineros que superaban vientos rápidos en sus barcos de vela y tenían cielo nublado. Cuando no tienes una necesidad urgente, toma todo con calma y usa el método del gnomo, que consiste en una estaca clavada en el suelo y colocada de manera vertical. Se usan dos curvas, una en la que registras la punta de la sombra de la estaca conforme pasa el día, y otra que es un semicírculo trazado por tí.

Revisa dónde se cruzan, traza una línea entre ambos puntos y busca el centro. Enseguida dibujas la línea blanca que ves, desde el pie de la estaca hasta el punto medio que has encontrado. Así se ubica el norte.

Este método lo he usado con niños de pimero y de segundo grado de primaria y funciona muy bien. Puede servir también para que niños de quinto o sexto año de educación primaria, pero pidiéndoles que estudien los triángulos que se van formando allí.

Tratándose de niños de secundaria se les puede pedir la medición de ángulos por medio de técnicas de la trigonometría. Calcular las dos velocidades angulares que se pueden considerar y aprender en la práctica que los conocimientos de matemáticas sí sirven.

También es posible construir un reloj solar, lo cual constituye un proyecto más complicado. Apropiado para estudiantes de bachillerato.

¿Cuál es mi propuesta? Aprovechar esta clase de actividades para atraer a los estudiantes hacia una preparación más profunda en matemáticas. Una motivación que les indique que realmente sirve para algo.

También se puede aprovechar para que aprendan a valorar a las etnias de la América del Norte, donde este método se manejó con altísima precisión.



Enseguida hablé de la cultura Anasazi, que floreció en lo que ahora es el Estado de Nuevo México y parte del que hoy es Arizona. Hay muchos observatorios en el Cañón del Chaco y enseguida mencioné dos asuntos muy interesantes sobre ellos. Observa el mapa, pero si escribes Chaco Canyon, vas fácilmente al sitio oficial que busca preservar lo que aún queda de esta cultura. Además, tratan de rescatar su historia. Allí hay ilustraciones excelentes y fotografías de gran calidad.



Los habitantes prehispánicos de esta región, que ahora es el sureste de los Estados Unidos, subían al cerro que se aprecia en la fotografía de la siguiente diapositiva, y en un farallón que se encuentra en la cara este, como se ve en la foto de la derecha, labraron dos espirales en la piedra y colocaron tres losas como se ve en el dibujo que se encuentra abajo a la derecha


El acomodo de las losas permitía pasar la luz a través de las rendijas, dibujando sobre las espirales figuras iluminadas con la forma de dagas. Los solsticios de verano, equinoccios de septiembre y solsticios de invierno, eran detectados como se ve en los dibujos que siguen en la próxima diapositiva.



El juego de luces mostraba una daga atravesando el centro de la espiral cada solsticio de verano (aproximadamente el 21 de junio de nuestro calendario). Tres meses después, en el equinoccio de otoño, la daga se colocaba hacia la derecha y aparecía una nueva daga, más pequeña, en la espiral de menor tamaño del lado izquierdo y hacia arriba, como se puede ver en la figura de enmedio. Finalmente, los solsticios de invierno eran detectados porque las dos dagas que habían aparecido tres meses antes se acomodaban en forma tangente a la espiral, como se ve en la figura de abajo a la derecha de la diapositiva.



Con este fenómeno repetitivo los sabio de la cultura Anasazi lograron detectar el tiempo y medirlo. Así podían predecir las temporadas en que se realizarían las distintas actividades necesarias para su sobrevivencia. En su concepción del mundo, los rituales que nosotros llamamos religiosos están tan ligados a su vida cotidiana, que no los diferencian de los aspectos prácticos. De acuerdo a las personas que han estudiado esta cultura, no existe en su lengua una palabra que nosotros podamos traducir como religión.

En otro sitio del mismo Cañón del Chaco se encuentran unas ruinas como las de la diapositiva siguiente. Aunque la mayor parte de la construcción ya está derrumbada, aún se aprecia lo suficiente como para que los expertos comprendan, y nos expliquen, que aquí se se medía el avance de las fechas estudiando la evolución de la sombra en las paredes.



Mucho más interesante es la construcción de Casa Rinconada,donde un sistema de nichos en las paredes del oeste de esta estructura circular permite prever, desde siete semanas antes, la llegada del solsticio de verano. Esto se lograba porque una ventana en el lado este dejaba pasar la luz para que se iluminara el nicho que estamos marcando con el número 25.

Después, ya en el solsticio de verano, la luz del Sol entraba por dicha ventana para iluminar el nicho marcado con la letra E.



Dejamos el tema de la civilización Anasazi para pasar al México Antiguo. Al sur de Cuernavaca, en el Estado de Morelos, se encuentra un sistema de pirámide que tiene en sus paredes unas grabaciones que, de acuerdo a los expertos, relatan la realización de un congreso científico en ese sitio. Al parecer, el propósito fue el estudio del calendario, y por supuesto, el aprendizaje acerca de cómo proceder para marcar el tiempo en cada sitio, pues como sabemos ahora, depende de la latitud. El ángulo que se mide con respecto al ecuador.

Un mapa del sitio donde se encuentra Xochicalco se aprecia a continuación.



En la parte superior del cerro se encuentra la pirámide mencionada. Una fotografía de la misma se ve arriba a la izquierda. A un lado de esa pirámide se construyó en la antigüedad una cámara oscura que registra el paso del Sol por el cenit y permite señalar las fechas que se indican en el dibujo de la derecha.



Así, los habitantes del México Antiguo optaron por registrar un hecho que se presenta únicamente en la franja de la Tierra que se encuentra entre el trópico de Capricornio y el de Cáncer. Al sur de la primera línea, o al norte de la segunda, nunca ocurre.

Este hecho fue tan importante para las civilizaciones mexicanas que existe un observatorio para registrar el cenit justo en el paralelo conocido como trópico de cáncer, de donde resulta que tenían clara conciencia de la dependencia de latitud en las observaciones que hacían.

El avance de los Mayas es un punto cúspide del conocimientos de los habitantes del México Antiguo, En el caso de Chichén Itzá, Antonio Aveni, entre otros investigadores, ha encontrado que la forma del observatorio astronómico que conocemos como el Caracol, tiene perforaciones alineadas para seguir los movimientos de Venus. Sus posiciones fueron registradas en el llamado Código de Dresden y durante muchos años se han estudiado sus tablas y sus reglas de corrección de posiciones predichas en ellas.



En la diapositiva que sigue se puede apreciar una gráfica hecha por Ivan Sprajc, en la que consigna el movimiento de los puntos más altos en el horizonte alcanzados por Venus, refleja la complejidad del problema y plantea la pregunta acerca de las razones que motivaban a los sabios mayas a realizar estos esfuerzos. El recurso fácil de que eran objetivos religiosos es solamente una parte de la respuesta. Toda la visión cosmogónica de esta civilización no debe restringirse a una frase que evade penetrar en el tema. Para nuestro interés en la plática impartida, el punto fundamental está en que estaban marcando ciclos de Venus para representar otra rueda del tiempo.



Mientras los Anasazi recurrieron a gravar en la piedra y a colocar el sistema de tres lozas, o a la estructura de Casas Rinconada; los Mayas, evidentemente una civilización más antigua y desarrollada, alinearon pirámides enteras y templos más pequeños, que les servían para detectar las líneas de salida del Sol el 21 de junio de cada año (solsticio de verano) y también el 21 de diciembre. En medio de los dos solsticios, los equinoccios del 21 de septiembre y del 21 de marzo estaban señalados por otro templo más. Claramente tenían conciencia del rango en que se movía el punto de salida del Sol y de la rapidez con que esto ocurría.



De los hechos anteriores no es directo concluir que el tiempo tiene las propiedades que le asignamos cuando lo relacionamos con la recta de los números reales.

Yucatán es un territorio muy plano, de modo que recurrir a accidentes en el terreno, como los cerros, no es un recurso disponible. En este caso, como nos explica Antonio Aveni, los observadores del cielo en el México Antiguo recurrieron a la alineación de horquillas separadas al menos cien metros, para registrar la traslación del punto por donde amanecía el Sol y realizar movimientos de una de las horquillas para ir actualizando la alineación. La precisión que lograron los Mayas en la medición del tiempo, usando esta clase de métodos, es impresionante como se puede comprobar a partir de los siguientes datos proporcionados por León Portilla



Así mismo, George Rieke, de la Universidad de Arizona, utiliza los siguientes datos en una de las cátedras que imparte en esa institución.



La unión del tiempo con el espacio está presente en los calendarios mesoamericanos, como se ha concluido del análisis del códice Fejérváry-Mayer, que se encuentra en el museo de Liverpool en Inglaterra. Es el que presentó al lado derecho en la siguiente diapositiva. En una discusión basada en este códice, Ana Guadalupe Díaz Álvarez desarrolla una idea original de Aveni y explica que en esa obra se encuentran representados los cuatro rumbos cardinales mediante los brazos de una cruz. En el original el Oriente está situado en la parte superior, con cuatro enlaces curvos que llevan los signos de los años utilizados en el centro de México. Dichos enlaces cumplen dos papeles: el primero es conectar los puntos cardinales y el segundo es marcar los puntos del horizonte donde se coloca el Sol en los solsticios. Según Díaz Álvarez, cada brazo de la cruz, que se puede distinguir perfectamente en el códice, marca una región del espacio en que estará el Sol conforme transcurra el año.

En sus palabras, el códice Fejérváry-Mayer “... se vuelve un sistema dinámico que se activa al iniciar el movimiento del tiempo sobre el sustrato material previamente ordenado: el espacio.” Así, en la cosmogonía mesoamericana el tiempo y el espacio estarían íntimamente ligados.

A la izquierda de la misma diapositiva se muestran las ruedas dentadas que se usan para explicar el paso del tiempo y se consigna el hecho, bien conocido, de que los Mayas hacían coincidir dos calendarios, uno con ciclos de 260 días, con trece meses de 20 días cada uno; y otro de 365 días. Hacían coincidir ambos en 73 ciclos del primero y 52 del segundo, para formar 18 mil 980 días. Todo incrustado de una cuenta que ahora recibe el nombre de: la cuenta larga.



Sostengo que las vivencias y las mediciones de los pueblos del México Antiguo, incluídos allí los Anasazi, concibieron la idea de que el tiempo era cíclico, como los hechos que ocurrían en la naturaleza, a la cual ellos se consideraban indisolublemente ligados.

La profunda relación en la que estos pueblos se consideraban ligados a los fenómenos naturales está presente no solo en las construcciones de las grandes ciudades, sino también en las de los hogares, como hace ver Antonio Aveni en su libro “People and the Sky (our ancestors and the cosmos)”. A los hombres modernos nos cuesta trabajo creer que el tiempo puede ser cíclico, no solo porque estamos aculturados por casi 2 mil años de la tradición que ahora llaman occidental, sino también porque nosotros no nos concebimos ligados a la naturaleza en un sentido de fusión con ella.

Otro punto interesante es que también algunos pensadores griegos, como Aristóteles, concebía también el carácter cíclico del tiempo. Así lo hace ver Dan Falk en su libro “In Search of Time”. De allí tomo dos párrafos suyos y los inserto en la siguiente diapositiva:


La civilización occidental está ligada a la evolución del cristianismo, pero en la etapa en que esta religión se liga al poder para convertirse en la visión oficial del estado romano. Se hace entonces una selección en la que el pensamiento de Aristóteles está parcialmente presente, como ocurre con el de Platón.



En esa selección se introduce el concepto del alma proporcionada a los seres humanos por la divinidad. Hasta el punto de llegar a creer, como sucede con los racistas de la supremacía blanca, que el alma ha sido otorgada a los seres humanos, pero sin incluir a los negros.

La idea de un alma es difícil de captar, porque por un lado es entregada al ser humano por un ser inmortal, pero por otra parte, los hombres nacen y mueren, lo cual es un ejemplo, pero nada más, de que todo tiene principio y tiene fin.

En el contexto anterior se ubica la selección que se hace de las soluciones a las ecuaciones de Einstein de la Relatividad General. Aquí existe una confusión en la mayoría de los especialistas que hacen uso de ésta para tratar de comprender el universo. 



Es indispensable comprender la diferencia entre una teoría y un modelo. De acuerdo a David Hestenes, una teoría cumple un conjunto de requisitos que él expone en su libro “New Foundatios for Classical Mechanics”, primera edición. A partir de la teoría, afirma él, es posible generar modelos que expliquen fenómenos de naturales con el grado de precisión que requieran los aparatos de medición disponibles.

Sin embargo, en el abuso que se hace del lenguaje, se nos cuenta que la teoría de la Relatividad General refuerza la conclusión, obtenida por otros enfoques, de que el universo en expansión proviene de una gran explosión. Éste es un hecho muy bien documentado por los resultados científicos, pero de allí a asociar al big bang con un nacimiento del universo, en el sentido de que hubo un día sin ayer, para después pasar a considerar la presunta muerte térmica del universo, hay algo más que un salto mortal. Aquí entra ya la ideología.

En el punto anterior se ubica a la métrica de Friedmann, como aquella que nos proporciona todos los elementos necesarios para calcular la evolución en el tiempo de un factor de escala que nos indica que el universo se está expandiendo. Ésta es una verdad científica que nadie se atrevería a discutir.

Sin embargo, conviene llamar la atención sobre la cautela con la que se ha expresado el comité del Premio Nobel de Física en el año 2011. En su comunicado de prensa, afirmaron lo siguiente: “For almost a century, the Universe has been known to be expanding as a consequence of the Big Bang about 14 billion years ago. However, the discovery that this expansion is accelerating is astounding. If the expansion will continue to speed up the Universe will end in ice.

The acceleration is thought to be driven by dark energy, but what that dark energy is remains an enigma - perhaps the greatest in physics today. What is known is that dark energy constitutes about three quarters of the Universe. Therefore the findings of the 2011 Nobel Laureates in Physics have helped to unveil a Universe that to a large extent is unknown to science. And everything is possible again.”.


Tengo interés en destacar la frase que traduzco como sigue: “Si la expansión continúa a rapidez creciente el Universo terminará en hielo”. El si condicional, es importante. En la etapa actual se considera que existe una aceleración en la rapidez de la expansión, pero el conocimiento no permite afirmar que ésta es permanente.


Lo apropiado es afirmar que la Relatividad General permite generar modelos, uno de los cuales es el de Friedmann, y además, que los seres humanos que se dedican a esto, utilizan su criterio para seleccionar el número todavía desconocido de opciones que se presentan. Jirí Bicák lo ha reconocido así en su artículo “Selected solutions of Einstein field equations: their role in general relativity and astrophysics. Sus palabras las transcribo en la siguiente diapositiva



Sintetizando, la teoría de la Relatividad General produce modelos, que resultan de las consideraciones que los especialistas hacen para resolver las ecuaciones. Por ejemplo, Schwarzschild consideró un punto muy masivo, alrededor del cual el espaciotiempo es isotrópico y estático. Con eso se logra modelar todo lo que ocurre en torno a estrellas como el Sol, y también en los alrededores de agujeros negros en los que ni la carga eléctrica ni su rotación son importantes.

En cambio, si se agrega la necesidad de admitir que hay casos en los cuales la carga eléctrica es importante y el momento angular también, la métrica anterior ya no es suficiente.

Así también, para considerar el estudio del universo en expansión, se utiliza una hipótesis que casi nadie se atreve a cuestionar, la homogeneidad y la isotropía del universo. Sin embargo, esto es cierto a escalas extremadamente grandes, unas en las que cada galaxia puede ser considerada como una partícula de polvo. En todos los casos, las evidencias proporcionadas por la astrofísica nos marcan el camino a seguir, pero debe reconocerse que en la toma de decisiones hay seres humanos inmersos en concepciones personales en las que se han ido formando.



¿Cómo se trabaja en la Relatividad General? En la siguiente diapositiva planteo un ejemplo, si alguien desea más información, puede escribirme para recibir una explicación personalizada.



La métrica de Friedmann surge del conjunto de hipótesis previamente mencionadas, por eso se trata de un modelo evitable si se regresa a revisar los supuestos sobre los cuales ha sido construido. Pero no se ha hecho eso, en su lugar, se ha confundido al modelo con la teoría y se han estado intentando diferentes caminos: 1) es agregar términos extra en la ecuación que describe la velocidad de expansión e introduciendo los conceptos de materia y de masa oscura, 2) otro es reformular la teoría General de la Relatividad sobre la hipótesis de que ésta ha sido probada únicamente para nuestro sistema solar, sin embargo, hay estudios a nivel de racimos de galaxias que indican la validez de la teoría.


Mientras no se detecten la materia y la masa oscura, el problema sigue abierto. Pero el sabor a parches introducidos ad hoc es demasiado poderoso.

Hay otro problema más, que fue señalado por Natan Rosen hace más de veinte años, pero que no ha sido tomado en cuenta, el concepto de tiempo que se está manejando, supuestamente dentro del contexto de la Relatividad General, es el marco en reposo del universo newtoniano, con espacio y tiempo absolutos.



La crítica de Natan Rosen es muy suave, pero Kurt Gödel no se anduvo con rodeos, según comenta Dan Falk, expresamente afirmó que él no creía que un tiempo que resulta de un promedio sobre un volumen de tamaño arbitrario existe realmente.

En este punto yo agrego una pregunta que deberían considerar todos los físicos que defienden la Interpretación de Copenhague de la Mecánica Cuántica: ¿cuál es el observador que mide ese tiempo?



Cuando se trata de explicar el fenómeno de expansión del universo, el proceso de selección que se hace de las posibles soluciones de las ecuaciones de Einstein para el campo gravitacional, excluye a otras porque las consideramos absurdas: entre ellas cito la de Kurt Gödel y la de Kip Thorne, que escribo en la siguiente diapositiva.


Alguien dirá que no explican ninguna expansión del universo. Es verdad, en su formulación original no producen modelos de universo en expansión, pero por ejemplo, si en el trabajo de Gödel se elimina el equilibrio entre la fuerza centrífuga producida por la rotación y la gravitación misma, es posible construir modelos de universo que se expanden o se contraen. Pero entonces nos enfrentamos al comentario de que nadie ha observado que el universo rote. Pues sí, eso es verdad, pero tampoco ha encontrado nadie la materia ni la energía oscura. Así que estamos parejos. ¿Cuál es el problema?

El problema está en que la métrica de Gödel incluye itinerarios en el espaciotiempo en los que, avanzando hacia el futuro, puedes regresar a tu pasado. Eso no cabe dentro de nuestro concepto de tiempo lineal.

El problema es como sigue: en la Relatividad Especial se utilizan los conos de luz para indicar las regiones del espaciotiempo de Minkowski que contienen vectores espacialoides y temporaloides. Estos últimos son puntos que están accesibles a cualquier masa puntual que pase por el cono. El eje del cono es la coordenada tiempo.

En la Relatividad Especial todos los ejes de conos son paralelos, lo cual indica que comparten el pasado y también el futuro.



Wolfgang Rindler, autor de las llamadas coordenadas de Rindler y uno de los científicos que impulsaron el uso de los espinores en la Relatividad General, ilustra el problema de que los ejes de los conos pudieran no coincidir. Su dibujo es como se ve en la siguiente diapositiva



Los estudiosos de la obra científica de Einstein nos cuentan que desde 1912 hasta 1915 le preocupó que no podía demostrar la inexistencia de trayectorias (itinerarios) en el espaciotiempo de la Relatividad General. Después de la obra de Gödel sabemos que Einstein no pudo demostrar su inexistencia porque sí existen, como ocurre en la métrica obtenida por este matemático célebre. En ella se pueden seguir trayectorias como la de la siguiente diapositiva. Es la curva de color azul con flechas. Siguiendo conos acomodados como dicen las flechas, es posible ir pasando de un cono a otro, pero como están torcidos (no tienen ejes parelelos) el viajero avanza hacia el futuro pero puede maniobrar para ir a su pasado.



Como digo en la diapositiva, en el mundo moderno creemos en un tiempo lineal y los religiosos se atreven a decir que el big bang fue el día que no tuvo ayer, mientras que si la aceleración es permanente, entonces indica – según ellos – que habrá un día sin mañana.

Mi observación consiste en que si los Mayas hubieran sobrevivido con todo y su cosmogonía del mundo, sin la contaminación de las ideas de quienes vinieron a convertirlos al cristianismo – por las buenas o por las malas – seguramente se sentirían muy cómodos discutiendo las opciones que les ofrecerían métricas como las de Kurt Gödel, o como las estudiadas por Kip Thorne en sus trabajos sobre máquinas del tiempo.

En su libro: “Black Holes & Time Warps (Einsteinś outrageous legacy”, explica cómo se introdujo en estos asuntos, debido a una pregunta que le hiciera Carl Sagan al terminar su novela “Contacto”. Platica también cómo sus colegas se asustaron cuando se enteraron de lo que estaba trabajando con sus estudiantes. La preocupación de sus compañeros de trabajo por la salud mental de Thorne los llevó a hablar por teléfono con su esposa para saber si ella había notado algo extraño en la conducta de su marido (Thorne) en las últimas semanas.

No solo escribió este libro, además, en la revista científica American Journal of Physics hay trabajos sobre los agujeros de gusano. Es decir, publicaciones que pasaron la prueba del los réferis.

Todas las ideas que mencioné en mi conferencia sobre “El concepto de tiempo cíclico” generan discusión, pero de eso es de lo que se trata. Mi propuesta consiste en aprovechar los juegos de haces luminosos y de sombras que usaron los pobladores del México Antiguo, trabajando con sistemas hechos de madera y de cartón, en al menos un recinto oficial donde se realicen prácticas desde la infancia hasta la adolescencia. Todo con el objetivo de educar a los profesores de primaria, secundaria y bachillerato, en los contenidos que pueden regresar a los estudiantes citadinos al contacto con la naturaleza que los rodea.

También, sugerí que es posible establecer exposiciones permanentes de la historia de los avances científicos de las etnias originarias de estas tierras. Pienso que los integrantes actuales de estos pueblos estarían de acuerdo. Estoy hablando de algo similar a un museo con exposiciones de la obra científica de ellos.



Por razones ideológicas, y de intereses de clase, la derecha mexicana en el poder ha intentado desterrar a la filosofía de la enseñanza. Por eso ha encumbrado a personas cuya ignorancia es proporcional al poder que han alcanzado, por ejemplo, Antonio Gago Huguet, Secretario Académico de la Asociación Nacional de Universidades de 1977 a 1986, dice que la filosofía puede ser impartida por un veterinario. Ver entrevista a Gabriel Vargas en La Jornada: http://www.jornada.unam.mx/2011/08/09/sociedad/040n1soc)

Este hombre es uno de los artífices de las barbaridades con que se llenan la boca ahora los funcionarios supuestamente académicos de universidades y secretarías de educación, y de tantos puestos burocráticos nacidos en torno a la necesidad que tiene nuestra sociedad de educar.

Por eso pienso que la filosofía debería ser estudiada y discutida en ambientes ricos para el estudio de temáticas como las que he expuesto en mi conferencia del 19 de octubre de 2011.

Por supuesto que no creo en un proyecto que presuntamente pudiera ser aprobado por la administración actual de la Universidad de Sonora. Mandaron a un individuo a tomar fotografías mientras daba mi plática y luego no publicaron nada en el sitio de internet de su propiedad. Digo, de la Universidad de Sonora.



Están son mis propuestas, que quedan como testimonio de que es posible hacer trabajos interdisciplinarios entre tres líneas de pensamiento: la física con todo y matemáticas, la historia científica de los pueblos del México Antiguo y la filosofía, esa clase de lentes que te pones para reflexionar sobre la vida, la naturaleza y la sociedad.

domingo, 9 de octubre de 2011

Kitt Peak. Cuando vayas a Tucson dale un espacio a la cultura


Kitt Peak. Cuando vayas a Tucson dale un espacio a la cultura


Kitt Peak es un observatorio astronómico que se encuentra hacia el oeste de Tucson, aproximadamente a 64 kilómetros de la parte sur de esa ciudad. Está respaldado por varias universidades y en ella se realiza observación en tiempos determinados por un comité que selecciona los proyectos que son puestos a su consideración. Tiene visitas para el público, y aquí pienso relatar una visita que realicé en octubre del año 2010. También mostraré algunas fotos que tomamos y contaré algo de lo que todavía recuerde. El problema es que apenas regresé, las extravié y con las manos vacías no me dieron muchas ganas de relatar nada.

Aunque digo tomamos, en realidad todas las fotografías fueron realizadas por mi hijo Juan Miguel, lo cual da por consecuencia que él nunca aparezca en ellas. Está detrás de la cámara.

También debo hacer una aclaración sobre el título. Entiendo por cultura al conjunto de manifestaciones de la actividad humana, lo cual incluye a la ciencia y también al arte, aunque en el común denominador de las personas con mediana preparación se piensa que la cultura tiene que ver únicamente con el último. Así por ejemplo, en el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora se tiene un lema sindical que afirma: “Ciencia y Cultura”. Esto constituye un absurdo en una organización que agrupa a profesores e investigadores.

Sostengo que la cultura incluye a la ciencia, y de manera muy particular, a la astronomía y a la astrofísica, aunque no abundaré en las diferencias – de matices realmente – entre estas dos.

Si tu vas a Tucson, no te conformes con ir a gastar tus dólares a los centros comerciales, puedes obtener mucha diversión, y relajarte, regalándote un día de campo lleno de vivencias y de un contenido inolvidable. Créeme que es más agradable que ir a Mont Lemon, porque allí, una vez arriba, lo único que se te ocurre es mirar el paisaje, comer, comprar y bajarte. Es decir, más de lo mismo.

Día 1: Traslado a Tucson.

En mi opinión muy personal, los meses mejores para ir a Kitt Peak son los del verano y los primeros 45 días del otoño. Si me dan a escoger, yo prefiero octubre o las dos primeras semanas de noviembre. Después llegan los frentes fríos y a casi dos kilómetros de altitud las cosas se ponen difíciles con la temperatura, que disminuye a razón de un grado centígrado por cada 100 o 150 metros que subes. El dato no puede ser muy preciso porque depende también del contenido de humedad del aire, parámetro que siempre está variando.

En consecuencia, si en las calles de Tucson estás a 10 grados centígrados, en la parte donde se encuentra el observatorio astronómico estarás a 5 grados bajo cero, o algo así. Si a ti te gusta el frío, pues adelante, arriba estará como en el interior del refrigerador de tu casa.

El primer cuidado que debes tomar es la petición de permiso en cuanto pases la frontera. Como te puede explicar uno de los funcionarios que se encuentran en la línea, puedes andar sin permiso en el área de Tucson, pero nada más. Así que para evitarte una infracción de las leyes del país al que estás entrando, lleva tus papeles de costumbre, preséntalos y pide un permiso manifestando que tienes interés en visitar Kitt Peak.

Hecho eso el resto del procedimiento es el mismo de siempre, consigues un hotel que esté dentro de tus posibilidades y dedicas la tarde y la noche a las actividades cotidianas para ti en Tucson. Si tienes tiempo, date una pasada por el centro y aprecia la estatua de Francisco Villa, que fue donada por José López Portillo a la ciudad, como dice en la placa colocada en el pedestal. Esto tiene un significado que te contaré en otra contribución a mi blog, cuando te diré algunas cosas interesantes del centro de Tucson, que no tienen relación con caminar sin ton ni son por los centros comerciales, deseando todo lo que ves, pero con un presupuesto limitado, como siempre nos sucede. Descansa bien tu noche y prepárate a desayunar muy temprano.

Día 2: Viaje a Kitt Peak.

La idea al día siguiente es desayunar a tu gusto y sin prisas. El observatorio astronómico de Kitt Peak abre a las 9 de la mañana y disponen de tres visitas guiadas. Hay la oportunidad de quedarse en las cercanías del observatorio, en lugares acondicionados para instalarse en un pic-nic y disfrutar de un día agradable. Así aprovecharás las tres visitas guiadas, pues la última es por la tarde. Si no sabes Inglés, lleva contigo a alguien que sí lo comprenda, para que te traduzca las explicaciones del guía.
Tomas el free way 10 hacia el sur y doblas a la derecha como si fueras a Nogales, pero en cuanto veas el camino hacia Ajo, lo tomas con los cuidados apropiados en una vía de alta velocidad. Estarás viajando hacia el oeste y el Sol quedará ligeramente a tu izquierda y a tus espaldas, de modo que no significará una molestia para tus ojos. No te engranes con el acelerador de tu carro, pues en menos de 500 metros entrarás en una zona habitada, que es la parte suroeste de Tucson. Subes una pequeña cuesta y al fondo verás un cerro muy lejano, de modo que, si tienes buena vista, te darás cuenta que hay una construcción en la punta. Es el cerro del observatorio astronómico de Kitt Peak. Una vez que sales de la ciudad, conserva velocidades moderadas, los señalamientos al respecto son muy lógicos y no respetarlos te puede costar un accidente, o si te pesca un policía, una multa gigantesca.
Si no desayunaste, aproximadamente media hora después de haber dejado Tucson encontrarás la última posibilidad de hacerlo, es el siguiente restaurante y lo verás a tu izquierda:

El lugar es cómodo, hay mucho espacio dónde estacionarse y la comida es buena dentro de los sabores que uno puede esperar en los Estados Unidos. El precio es menor que en un restaurante del Tucson Mall y lugares similares


Después de varias decenas de kilómetros por una carretera de doble sentido, y de cruzar cerca de poblaciones indias, llegas a este sitio


y a la izquierda encuentras el siguiente letrero señalando el camino a tomar, puedes notar que son 19.3 kilómetros y que debes subir el cerro que se aprecia a la izquierda. En la punta se ve una de las instalaciones de los muchos telescopios existentes allí.


También, el letrero indica que se encuentra a 2 mil 135 metros sobre el nivel del mar, de modo que hay que cuidar los oídos


Lo que sigue es subir, subir y subir, pero puedes aprovechar para admirar algunas cosas de la naturaleza, por ejemplo, aquí te ofrezco esta imagen de un sahuaro, que de seguro lleva allí más de cien años, se llama científicamente “carnegiea gigantea”. 


En arizona y en un cerro que se encuentra enfrente de Magdalena Sonora, hay ejemplares que tienen de 200 a 300 años de edad. Su propio polen no sirve para fertilizar a sus flores, razón por la cual depende de que las abejas, los pájaros, o los murciégalos, lo lleven a otros sahuaros. Por ese motivo es de reproducción lenta, también es de crecimiento lento y ha sido declarada especie protegida porque se encuentra en peligro de extinción. Si ves comentarios o anuncios en el Internet, acerca de su potencialidad medicinal, no los respaldes, pues se trata de negociantes que están atentando contra esta planta.

También podrás apreciar muchos paisajes como el siguiente y acomodos de piedras (rocas dicen los geólogos) como las que se ven del centro hacia abajo de la foto, muy cerca de la carretera.


Cuando fui estábamos en otoño y el campo mostraba flores amarillas como las de la foto que sigue, y aunque yo viví en el campo del desierto sonorense, no sé cómo se llama


La forma en que surgieron estos cerros se aprecia en la fotografía siguiente, claramente se aprecia cómo se plegaron dos partes de la corteza terrestre, empujándose entre si. Es una línea que se puede notar más allá de lo que esta imagen nos permite ver


después de muchos minutos de subir con cuidado, porque si no lo haces te vas al abismo y no lo cuentas, encontrarás en tu camino la primera señal de que efectivamente vas por el rumbo correcto, la fotografía que sigue nos anuncia las instalaciones del observatorio astronómico de Kitt Peak.



La carretera va bordeando por el cerro, subiendo poco a poco y dando muchas vueltas, y cuando ya casi vas a llegar, ves a la orilla derecha de la carretera que la llanura está a más de un kilómetro y medio de profundidad respecto a tu posición


Debido a la altura, la vegetación empieza a cambiar, en la foto que sigue puedes apreciar un árbol perteneciente a las coníferas, como los pinos


Si conoces las montañas que separan la costa de California con su desierto, podrás apreciar que las vegetaciones se parecen a éstas




La siguiente es una imagen que tomamos de la montaña Baboquivari Peak, tiene más de 2 mil 300 metros de altura y se encuentra a 21 kilómetros hacia el sur del sitio en el cual estábamos nosotros cuando fue tomada la fotografía


Enseguida otra imagen de la misma montaña, pero sin el acercamiento que le hicimos para tratar de captar detalles de ella


Lo que hemos estado viendo, es la Reservación India de los Tohono O'odham, de quienes contaré algunas cosas unos párrafos más adelante.

Obviamente aquí ya casi estábamos en las inmediaciones del observatorio astrónomico de Kitt Peak



¿Y la llanura? Pues casi a dos kilómetros más abajo


Ésta es la reservación de la Nación Tohono O'odham, que significa: “Pueblo del Desierto” en su lengua originaria. Se trata de la etnia bautizada por los españoles como “Pápagos”, debido a una pronunciación mal hecha de la frase “Papahvi-o-otam”, que se podría traducir como “gente del frijol”, debido al alto consumo del frijol tepary, una semilla de la planta cuyo nombre científico es Phaseolus acutifolius, que crece en lo que ahora es el suroeste de los Estados Unidos y es más resistente a la sequía que los tipos de frijol que consumimos usualmente. Además consumían una semilla que produce el mezquite, en un fruto alargado, como vaina, que se llama péchita en Sonora. Aunque es una semilla pequeña, resulta muy abundante porque este árbol crece y se reproduce fácilmente en las condiciones de sequía del desierto de Sonora y de Arizona. Se le clasifica como una leguminosa y es una fuente de energías importante.

Hay además otros dos grupos de pueblos O'odham, los Akimel O'odham, que significa: “Pueblo de Río” y los Hia C-ed O'odham, o sea: “Pueblo de las Dunas de Arena”. Si quieres leer más sobre los Tohono O'odham, puedes conectarte a la página de Internet oficial que tienen ellos en la dirección siguiente: http://www.tonation-nsn.gov/

Regresando al tema central, el Observatorio Astronómico de Kitt Peak fue construido como resultado del interés de la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF por su nombre en Inglés), que decidió crear un observatorio óptico nacional (estadounidense). Después de considerar al menos 150 sitios posibles, los responsables de tomar la decisión se decidieron por este sitio a 34 kilómetros de Tucson, pues ofrecía diversas condiciones muy apropiadas, a saber:
  • Poca presencia de vapor de agua y de polvo.
  • Cercanía con una universidad, en este caso, la University of Arizona, en Tucson.
  • Fácil acceso, ya que la mayor parte del terreno es llano y solamente hay que subir cuando se encuentra a la falda del cerro seleccionado, que cumple con la condición de tener una sima a más de 2 mil metros de altura.
Entonces fueron rentados 809 371 metros cuadrados a la nación Tohono O'odahm, además del compromiso de contratar trabajadores pertenecientes a su etnia, abrir y mantener el compromiso de mejorar las posibilidades educativas de sus integrantes, y por supuesto, vender en el centro de atención a visitantes las artesanías desarrolladas por los integrantes de la tribu.

Como parte de las contribuciones a favor de esta etnia, los científicos que trabajan en el Observatorio Astronómico de Kitt Peak imparten cursos tendientes a atraer el interés de los niños y adolescentes en el Tohono O'odham Community College. En el año de 1999, la oficina educativa de Kitt Peak presentó a la NSF un proyecto para obtener fondos dedicados a entrenar y colocar voluntarios en los tres niveles escolares de la tribu, de tal modo que en el nivel elemental se esperaba atraer a los estudiantes a la participación en actividades relacionadas con la observación del Sol y de la Luna; en el nivel medio se pensaba utilizar esas observaciones para mejorar las habilidades en matemáticas de los adolescentes, tal que en el nivel llamado high school se trataría de mejorar las habilidades para insertarse satisfactoriamente en estudios universitarios, además de los ya tradicionales oficios de: carpintería, plomería, electricistas, construcción y pintado, o mantenimiento de servicios.

El esfuerzo anterior de la oficina educativa de Kitt Peak, sugiere una idea interesante que pienso exponer en otra ocasión en este blog.
Una vez que se llega hasta la sima de la montaña es fácil descubrir el sitio de atención a visitantes. Allí, uno se puede enterar del rol de visitas guiadas, o bien optar por caminar uno solo por allí, mirando la naturaleza y los telescopios (por la parte de afuera nada más).


Aunque siempre es más adecuado buscar las visitas guiadas, el solo hecho de estar allí en la sima para admirar la naturaleza brinda escenas agradables, por ejemplo, en la foto que sigue tenemos una perdiz a la que no se le ve la cabeza, pero que estaba trepada en un árbol de bellota


Es más, si vas entre octubre y noviembre, puedes tomar una del suelo y comértela allí mismo.



Las visitas guiadas se anuncian en el sitio de Internet del observatorio, que puedes consultar en la siguiente dirección:

También explican allí que después del 2 de septiembre de cada año, y hasta el 14 de julio del siguiente, existe la posibilidad de pasar una noche (evening en Inglés) observando estrellas y galaxias con telescopios de 16 pulgadas y de 20 pulgadas. Obviamente, cobran por eso las cantidades que se anuncian allí. Existe también una liga para consultar dos cámaras web que muestran en intervalos de tiempo dos imágenes distintas de Kitt Peak.

Si quieres ser astronómo(a) debes saber cómo vive esta gente. En primer lugar, para lograr un espacio de tiempo para realizar observación en Kitt Peak, se elaboran proyectos de investigación que son sometidos a la consideración de un comité que los evalúa y dictamina a favor o en contra de proporcionar las instalaciones. Según la guía que nos tocó en turno, se acepta únicamente el 20% del total de las solicitudes presentadas. Cuando se obtiene uno de esos tiempos de observación, te vas a vivir allí por una cantidad de tiempo determinada en tu programa de trabajo. Si estás apuntado para usar los telescopios ópticos, adoptas el tiempo de las lechuzas y los tecolotes, duermes de día y vives de noche. Por esa razón, cuando nosotros pasamos por allí, los dormitorios tenían en el exterior unos letreros avisando que no hicieras ruido, porque en las habitaciones que ves en las fotos siguientes había personas durmiendo. Así que si te cuentan cosas de astronomía, es por que hay gente que se desvela para observar cuando tu estás dormido(a).



La guía nos explicó que los astrónomos que dormían en ese momento se despertaban por la tarde y salían a hacer algo de ejercicio. Básicamente caminar y trotar por los diferentes caminos pavimentados que existen allí. Las canchas que ves en las fotos siguientes no se usan y fueron construidas para los trabajadores que edificaron los recintos que contienen a los telescopios.



Pagas tu cuota en el centro de atención a visitantes, donde puedes esperar los minutos que faltan para empezar admirando una exposición que tienen allí, en un espacio muy reducido, pero muy bien aprovechado y con un material muy interesante. Por ejemplo, puedes admirar el meteorito de la foto siguiente, que fue recogido en algún lugar de Argentina, como se explica a un lado del mismo


Te explican también que mientras más grandes son los espejos de los telescopios, mejor es la calidad de la imagen


Encuentras también una explicación acerca de cómo funcionan los telescopios, aunque eso ya lo encuentras con facilidad en el Internet, pero si quieres conocer las ecuaciones específicas de estos aparatos, necesitas estudiar una rama de la física que se llama óptica geométrica.


Construir los espejos que se usan allí es un poco más complicado que hacer enchiladas suizas, lo cual se comprende rápidamente con una explicación que tienen allí.


El tiempo y el presupuesto que nosotros teníamos disponible alcanzaba para solamente una visita guiada y la que nos tocó fue una visita al telescopio de observación del Sol. La guía empezó por contarnos cómo es ese telescopio, valiéndose de una maqueta existente en el centro de atención a visitantes. Son las fotos que presento enseguida


Después nos explicó acerca de los relojes solares que tienen allí, nos contó cómo se toma en cuenta la latitud geográfica a la cual se encuentra el sitio y también la fecha del año. Éste es un tema sobre el cual he escrito algo que espera a ser publicado como parte de un libro sobre el tiempo, su física y su filosofía. Los antiguos pobladores de estas tierras tenían una idea clara de la duración del año, aunque no llegaron a tener el desarrollo de los Mayas. 


El telescopio para la observación solar, cuya maqueta ya mostramos antes, se puede apreciar enseguida


Ahora estamos viendo al monstruo por dentro. En la siguiente imagen se ve el espejo reflector que capta los rayos directos del Sol y los envía hacia el interior del túnel cuyo exterior ya hemos observado. Pasamos al interior del mismo y vimos a un grupo de astrónomos trabajando, tenemos algunas fotografías borrosas de su interior y no logramos más porque una güera que iba en el grupo nos ganó la posición en el pasillo




De entre todos los especialistas que estaban trabajando en ese recinto, uno de ellos salió a conversar con nosotros. Nos dijo que era químico, tenía algo más de 50 años de edad, portaba un sombrero medio deforme, lo cual parece ser una moda en los Estados Unidos, nos explicó muy amablemente qué estaban haciendo, nos contó que iba desde una universidad situada en la costa este de los Estados Unidos y nos dijo también que en los últimos cinco días había dormido menos de 14 horas porque él era el encargado de preparar un conjunto de sustancias químicas que necesitaban los demás para captar y procesar las imágenes que se estaban produciendo. Cerró su comentario con la frase bien conocida por muchos de nosotros: te tienes que dedicar a tu trabajo y aprovechar oportunidades como ésta, porque si no, no publicas.


La visita guiada terminó aquí, la guía se fue, explicándonos que podíamos continuar viendo lo que deseáramos. Nosotros seguimos merodeando por allí y pensando que en alguna ocasión posterior podríamos planear una estancia más amplia y aprovechar alguno de los sitios para comer lo que uno lleve preparado, o listo para preparar.