sábado, 30 de junio de 2018

Una historia sobre quiénes nos contrajeron el salario



(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los kilos de huevo que se podían comprar)


Todas las gráficas que voy a publicar son antes de los gasolinazos. De modo que ahora estamos peor.
Para entender la frase contracción del mercado interno, les pido que vean los comentarios insertados en las gráficas. Todo lo que poco a poco empezamos a no comprar.


El relato que voy a contar empieza a partir de una pregunta que me hicieron hace semanas por medio de un mensaje personal. En aquél día organicé mi respuesta con base en una gráfica sencilla para quienes vivimos nuestra vida profesional cerca de éstas, pero relativamente complicada para las personas que no tienen la costumbre de verlas y entenderlas. En aquella figura quería mostrar de qué magnitud ha sido el descenso del poder adquisitivo del salario, sin embargo, este concepto, enunciado en cuatro palabras, suele escaparse de la comprensión de la mayoría de nosotros.

Quiero ahora abundar sobre este tema con algunas gráficas más, pero en ellas evitaré dicho concepto y lo trasladaré a algunos artículos que compramos, o mejor dicho, antes teníamos la costumbre de comprar.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los kilos de tortilla que se podían  comprar)

Pienso empezar con un poco de historia, porque aunque no parece, ahora resulta que ésta tiene presuntos culpables, pero no son los reales.

Me remontó al año de 1979, cuando era presidente de México José López Portillo. Había tomado la banda presidencial de manos de su amigo: Luis Echeverría, el 1 de diciembre de 1976. En aquellos años existía una Secretaría de Programación y Presupuesto y otra que se llamaba Secretaría de Hacienda. La primera decidía cómo se gastaba y la segunda cómo se adquiría el dinero. En el gabinete de López Portillo se libraba un enfrentamiento entre dos versiones del desarrollo de México. Algo que fue descrito en un libro de la autoría de Rolando Cordera y Carlos Tello. Llegó a mis manos con el nombre: “La disputa por la nación”. El último de los autores había durado cosa de siete meses como Secretario de Programación y Presupuesto y fue sucedido por Ricardo García Sainz, quien llegó hasta el 15 de mayo de 1979 para ser sustituido por Miguel de la Madrid Hurtado, quien fue nombrado el nuevo secretario el 16 de mayo de 1979.

Miguel de la Madrid era un abogado egresado de la UNAM que había estudiado en Harvard un postgrado en Administración Pública. No sabía nada de economía, pero venía rodeado de una batería de técnicos que presumían, como galones de oro, sus estudios en el extranjero. Ellos eran conocidos en México con el anglicismo: Chicago Boys, en alusión a una colección de economistas que habían tomado las riendas de la economía chilena en el régimen de Augusto Pinochet. Uno de los genocidas que ejecutaron el cuartelazo para derrocar a Salvador Allende en Chile, el 11 de septiembre de 1973.
Estos "chicos de Chicago" habían estudiado con los estadounidenses Milton Friedman y Arnold Harberger. Sus puntos de vista y conceptos de economía política no serán expuestos aquí.

(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los kilos de frijol que se podían comprar)

Entre los integrantes de la batería de técnicos de la economía de Miguel de la Madrid destacaba Carlos Salinas de Gortari, quien era, en realidad, el hombre de confianza del recién nombrado secretario. En síntesis, uno era el jefe que firmaba como propias las iniciativas y políticas del ramo. Otro era el cerebro que las impulsaba.

Las decisiones sobre política económica en México se empezaron a decidir así. Desde mayo de 1979 empezó a ocurrir que Miguel de la Madrid firmaba las propuestas para José López Portillo, otro abogado, pero el equipo técnico de Salinas de Gortari decidía. Con el paso del tiempo se abandonó el anglicismo y pasaron a ser conocidos como: los tecnócratas neoliberales.

Miguel de la Madrid tomó la banda presidencial el 1 de diciembre de 1982, pero en palabras de Porfirio Muñoz Ledo, Miguel de la Madrid fue el abogado que no quiso ser presidente. De ese modo resumió el desinterés de éste por las decisiones y las acciones de gobierno. En esa circunstancia, el autor de la política económica fue Carlos Salinas de Gortari.
Con los años, Miguel de la Madrid se sumió en la decepción y la desesperanza. A la edad de 75 años, el 12 de mayo de 2009 acusó a Carlos Salinas de Gortari de haberse robado el dinero de la partida secreta. Ocurrió en una entrevista con Carme Aristegui, y allí mismo, señaló que su hermano Raúl tenía vínculos con el narcotráfico. El escándalo fue enorme, pero se resolvió por medio de una carta pública tramitada por su hijo. En ésta se desdijo de sus declaraciones y el pretexto fue que, a su edad, no podía procesar mentalmente las respuestas a las preguntas efectuadas. Murió en el ostracismo dos años y medio después. En el año 2012.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical los litros de leche que se podían comprar)

Era tan grande la confianza, y quizás la dependencia de Miguel de la Madrid respecto de Carlos Salinas, que en el año 1987 dirigió un procedimiento para que fuera nombrado el candidato del PRI a la presidencia de México. El desprestigio y la crisis económica en que tenían sumido al país era tal que perdió las elecciones frente a Cuauhtémoc Cárdenas. De acuerdo a un artículo de este último, la diferencia a su favor debió haber sido cercana al 5% de la votación total. Un documental sobre este tema se puede encontrar en la liga que agrego enseguida:

Carlos Salinas de Gortari asumió la presidencia el 1 de diciembre de 1988 y en 1993 impulsó a Luis Donaldo Colosio como su sucesor, pero cuando éste fue asesinado, en marzo de 1994, organizó una reunión en la que apareció como relevo otro de los chicos tipo Chicago: Ernesto Zedillo Ponce de León. Un estudiante de dieces y de cienes que, de seguro, ahora sí, nos sacaría de la crisis.

Para ese entonces la capacidad de compra había sido llevada hasta el punto que las gráficas intercaladas aquí han ido indicando. Sin embargo, el mensaje relevante dejó de ser el bienestar de la población, su salud, su alimentación y su educación. En términos económicos, lo importante pasó a ser la balanza de pagos, la paridad peso dólar, el control de la inflación, etcétera.

De todo lo anterior, la Constitución de la República Mexicana se refiere a nuestro bienestar y no a la jerigonza de esta tecnocracia que toma las decisiones desde hace 39 años.
(En la horizontal las fechas desde 1982 hasta 2014. En la vertical las piezas de pan que se podían comprar)

Por supuesto, la culpa no la reconocen como propia. Según ellos, los causantes del desastre de nuestras vidas son los “populistas” que dejaron el poder en 1982. Dejan de lado que han transcurrido al menos 35 años desde que, formalmente, dejaron el poder esos gobiernos. No les importa que es mucho el tiempo transcurrido como para que esas manos sean tan largas. En ese mismo lapso, Japón y Alemania, destruidos hasta los escombros en 1945, llegaron a ser, en 1980, dos de las economías más poderosas del mundo.

Cuando cada uno de nosotros toma decisiones, le convendría asomarse a esta historia.


Todas las gráficas están tomadas de la siguiente dirección:
http://cam.economia.unam.mx/mexico-fabrica-de-pobres-cae-77-79-el-poder-adquisitivo-reporte-de-investigacion-116/#2.2