sábado, 29 de octubre de 2022

Apuntes para decir adiós al horario de verano en México.

 



Introducción

Existe un sistema de medición del tiempo que es acordado para todo el mundo.

Cuenta con 24 husos horarios y las líneas imaginarias que los separan se acercan a los 24 husos que cualquiera de nosotros podría trazar avanzando de 15 en 15 grados a lo largo del ecuador terrestre.

Por razones demográficas y comerciales, dichas zonas horarias se deforman bastante. Por ejemplo, gran parte de Europa maneja exactamente la misma hora, aún cuando desde la región más occidental de España hasta la más oriental de Polonia existen casi 32 grados de longitud de diferencia. En principio, la diferencia debería ser de dos horas entre ambas regiones, pero argumentos económicos y de otra índole llevan a mantener la misma hora.

Otro ejemplo es el de la isla donde se ubican Escocia e Inglaterra, que geográficamente podría mantener la misma hora que España, Francia y Alemania. Por alguna razón no es así y en ese país tienen una hora de diferencia respecto al resto de Europa. Cuando en esta última son las dos de la mañana, en Inglaterra es apenas la una.

En México la parte más occidental se encuentra en Tijuana y la más oriental en la región de Cancún. La diferencia son 31 minutos de longitud, lo cual correspondería a dos husos horarios, pero por la influencia de los Estados Unidos, que es más extenso de occidente a oriente, manejamos tres horas distintas.


Como veremos más adelante, el horario de verano decretado en México en 1996 llevó a que se estableciera entre la ciudad de México y Hermosillo una diferencia de dos horas, cuando en términos geográficos apenas rinde para diferenciarnos 48 minutos.

 

Existe además una línea oficial para cambio de fecha. Ésta recorre de norte a sur el océano pacífico y sufre una gran desviación a la altura de las Islas Fidji y a Nueva Zelanda para mantenerlas en la misma fecha que a Australia, mientras que en el norte se desvía para conservar a toda Rusia en una sola fecha.



La necesidad de una línea de cambio de fecha se hizo necesario desde que la expedición iniciada por Fernando de Magallanes y terminada por Sebastián Elcano, llegó a su destino un año después con una diferencia de un día en la fecha que contaban en sus registros. Es decir, arribaron a España el 6 de septiembre de 1522, pero en sus anotaciones marcaban el 5 de septiembre.

La noticia

En México se acabará el horario de verano. A partir de octubre de 2022, se regresará al sistema de horarios que permaneció fijo durante casi todo el siglo XX hasta que, en 1996, a la presidencia de Ernesto Zedillo se le ocurrió recetarnos un decreto por medio del cual se estableció un sistema en el que se adelantaba el reloj una hora cierto día de primavera para retrasarlo un día del otoño.

Supuestamente, se haría mejor uso de la luz solar durante los meses de mayor insolación, para así obtener una reducción en el consumo de energía eléctrica en las horas de mayor demanda de electricidad.

Los datos

De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), la eliminación de la medida no representará un impacto presupuestal y tampoco un efecto operativo para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pues las nuevas tecnologías para iluminar las calles y los hogares, más la eficiencia de los aparatos del hogar, como refrigeradores y pantallas de televisión, trajeron un ahorro quince veces superior al del horario de verano. Mientras que en 1996 el ahorro energético era el 0.62% de la energía consumida en ese año, para 2021 ese porcentaje había disminuido a 0.2%.

El factor geográfico

La medida fue copiada de los países desarrollados que se encuentran en regiones situadas en torno a los  40 grados de latitud norte, lo cual impacta de tal modo que los días tienen mucha iluminación en el verano.

En cambio, el lugar más norteño de México es un poblado llamado Los Algodones, en Baja California, seguido de Tijuana, en el mismo estado. El primero está localizado en 32 grados con 40 minutos de latitud norte.

Esta situación geográfica de México da lugar a que los días de verano no sean tan extensamente iluminados como sí ocurre en Alemania, Dinamarca, Canadá y el norte de los Estados Unidos, por ejemplo.

En términos estrictamente geográficos, la diferencia entre la salida del Sol en el horizonte en el zócalo de la ciudad de México y la ciudad de Hermosillo, son 48 minutos.

Así mismo, la diferencia entre la puesta de Sol enfrente de la catedral de la ciudad de Guadalajara y Hermosillo son 32 minutos.

A pesar de que la diferencia no llega a una hora, durante 26 años se mantuvo una medida que hizo más daño que los beneficios que supuestamente trajo.



Los efectos sobre la salud

De manera oficial, el 5 de julio de 2022 se anunció que el horario de verano estuvo produciendo efectos adversos sobre el sistema nervioso, ocasionando somnolencia, irritabilidad, problemas de concentración y de memoria, además de trastornos digestivos, como disminución del apetito durante el día y aumento de éste durante la noche.

Del estudio de la Secretaría de Salud resultó que entre 

los problemas psico emocionales se presentaron tendencias depresivas y a veces hasta suicidas.

Se destacó que, al iniciar el día, se estuvo afectando la concentración de los pilotos, de las personas asistentes a las escuelas, tanto estudiantes como docentes, más una cuota de fatiga que disminuyó el rendimiento escolar y laboral. Es decir, afectó a la productividad en general.

El cambio de horario produjo que las personas adultas tardaran de tes a siete días para adaptarse al cambio de hora, mientras que a la niñez le tomó más tiempo sincronizar su orden temporal interno con la hora oficialmente establecida.

Todo lo anterior no fue relevante en México, donde lo más importante nunca fuimos sus habitantes.