miércoles, 8 de junio de 2016

ABC a siete años. Caminando en el infierno para exigir justicia.


Parafraseando a Mario Benedetti
Así estamos
consternados
rabiosos
aunque estas muertes sean
uno de los absurdos previsibles


Ésta no es una noticia. Es el recuerdo de una historia sin fin que lleva a miles de habitantes de la ciudad de Hermosillo a marchar cada 5 de junio. Es la memoria de la presencia de la gente gritando que quiere justicia, mientras los encargados de impartirla fingen que investigan y simulan que se acercan a la búsqueda de la verdad cuando todos sabemos qué pasó. Es una acción para subrayar que la prensa cubre el evento para llenarlo con la sensiblería de frases como: el dolor del recuerdo por los niños muertos, entre otras frases de libreto de telenovela.

Nunca, en los siete años que la población lleva protestando, habíamos tenido un calor tan inclemente. El 5 de junio de 2016 fue domingo, y el sábado anterior, la temperatura había estado a 49 grados centígrados en las afueras de la ciudad. Dentro de ella, gracias al pavimento negro y a la actividad de los motores de los autos, estaba a más de 50 grados.


Los termómetros marcaron 48 grados el domingo, y marcaban 46 cuando la marcha partió del frente del edificio donde estuvo la bodega que almacenaba niños como si fueran paquetes para enviar por el correo. Si Usted no ha estado en estos climas a cielo abierto, le diré qué se siente: el Sol quema sobre la piel, es obvio, pero el aire también está caliente, hasta el punto de que uno desea que mejor no sople el viento. No hay en tu entorno un objeto que se pueda tocar sin sentir cómo te quema. No importa de qué material esté hecho, puede ser madera, plástico, aluminio, lo que sea. Cuando caminas sobre el cemento de las aceras, o cruzas pisando el pavimento, el calor se transmite a las plantas de tus pies. Así se sentía cada uno de los integrantes de estas imágenes que pongo a disposición de cada persona que desee saber un poco de esta historia. Le pido que siga leyendo si no la conoce, o quiere recordar qué ocurrió el 5 de junio de 2009 a las tres de la tarde.

Era una supuesta guardería, en realidad una bodega, donde dormían la siesta varios cientos de niños. Estaba ubicada enseguida de una bodega del Gobierno del Estado de Sonora, llena de papeles pos supuesto, y compartía el techo de lámina con el sitio donde dormían los infantes. El fuego inició en el supuesto archivo de documentos gubernamentales e incendió un recubrimiento interno de poliuretano espreado que estaba pegado al techo para aislar el recinto del calor proveniente de la luz solar. Su nombre oficial es poliuretano termoplástico e inicia su ignición a 393 grados Celsius. El techo que ardía llevó las llamas de la bodega de papeles a la bodega contigua donde los niños dormían.

Éste 5 de junio de 2016, cuando las personas que protestaban sentían los 46 grados Celsius sobre sus cuerpos, probablemente pensaban que no era nada comparado con los casi 400 que sufrieron los niños en la bodega incendiada hace siete años.

Han pasado siete años y las autoridades apuestan al olvido. El entonces Gobernador de Sonora, Eduardo Robinson Bours Castelo, sigue libre y jamás ha sido inculpado. El que era Presidente Municipal de Hermosillo, Ernesto Gándara Camou, es Senador de la República. Ambos del Partido Revolucionario Institucional.

Una gran cantidad de habitantes de Hermosillo se preguntan quién mandó a quemar los papeles de la bodega del Gobierno del Estado y no se creen la explicación oficial, según la cual, la fuente inicial del fuego fue el motor eléctrico de un enfriador de aire que supuestamente dejaron encendido y se sobrecalentó.

Gran parte de la población de esta ciudad, capital del Estado de Sonora, se pregunta por qué no tuvo responsabilidad alguna la presidencia municipal, que había nombrado subalternos de protección civil, entre otras cosas.

No hay explicaciones sobre quién autorizó el funcionamiento de una bodega para que se utilizara como sitio de almacenamiento de niños, aunque por afuera la pintaran de colores vivos y atractivos.


La apuesta de quienes toman las decisiones en México es evidente, esperan que la gente olvide, que ya no proteste porque el clima en la ciudad de Hermosillo es inclemente, pero la realidad es terca, la población no olvida y la memoria sobre las preguntas planteadas está viva.


El dedo acusador y el arma humeante

Los cuestionamientos fueron planteados desde las primeras semanas que siguieron a la tragedia, por ejemplo, el sábado 22 de agosto de 2009, en el número 66, de la revista "REBELDÍA", páginas 34 a 40, escribieron Amanda Ramos y Alejandra Ramírez un artículo intitulado: "GRIETAS EN EL MURO DE LOS PODEROSOS (Del dolor y la rabia a la organización)”. En ella establecieron con toda claridad las preguntas y comentarios que preocupaban a quienes se sentían apesadumbrados, impresionados y llenos de rabia por la tragedia cuya impunidad ya se iba perfilando. En su obra se leen párrafos que no tienen desperdicio por la cantidad de información que arrojan:

“Entre los dueños de la estancia infantil se encuentran: Alfonso Escalante Hoeffer, Subsecretario de Ganadería del gobierno sonorense y cuñado de Ricardo Mazón Lizárraga, un empresario muy cercano
al gobierno de Bours; Sandra Lucía Téllez Nieves, esposa de Alfonso Escalante; Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo Tonella, prima de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón Hinojosa; Antonio Salido, esposo de Marcia y Director Admnistrativo de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano; y Gildardo Francisco Urquides Serrano, secretario de Finanzas del Comité Estatal del PRI y empresario inmobiliario y turístico.” (Las negritas son mías)

Más adelante agregan cómo se fue tejiendo la tragedia a través de las decisiones que se iban tomando en las esferas más altas del poder en México:

“El Informe del IMSS 2008, revela que en el sexenio de Vicente Fox el número de guarderías ordinarias del Instituto se mantuvo en 134, mientras que las subrogadas se duplicaron, al pasar de 765 a mil 427. En el 2007, la coordinadora nacional de Guarderías del IMSS, Dora García Kobeh, informó que el IMSS destinaría ese año cuatro mil 432 millones de pesos para el pago de contratos por tres años con esas instancias, que se comprometen a prestar el servicio a madres trabajadoras. García Kobeh apuntó que por ningún motivo esas guarderías pueden cobrar el servicio extra y, si lo hacen, los padres pueden interponer una queja, la cual será investigada. La sanción llegaría hasta la rescisión de dicho contrato. La realidad es que en todas estas guarderías se cobra por horas extras y ninguna ha sido cerrada ni multada. La funcionaria indicó que el presupuesto que se prevé para cada niño en
esas guarderías es de dos mil 500 pesos mensuales, y la capacidad que tienen esos centros es de hasta
200 menores. Imagínese si no es un gran negocio para los dueños de estas guarderías: el gobierno les
paga 2 mil 500 pesos por cada niño y ellos, además, les cobran a los familiares por horas extras.”

Aquí vale la pena detallar las cuentas. Si en una guardería había 200 niños inscritos, se traducía en una transferencia mensual de medio millón de pesos de los recursos del erario a manos privadas. Más adelante señalan los nombres de las personas que podrían ser las armas humeantes del latrocinio. Se preguntan y responden:

“¿Y cómo se le hace para obtener un negocio de éstos? El proceso de asignación a particulares del 85.5 por ciento de las guarderías subrogadas a nivel nacional, ha sido operado sólo por dos funcionarias del Instituto Mexicano del Seguro Social. Se trata de la ex coordinadora de Guarderías, Dora Isabel García
Kobeh, y de la actual coordinadora y ex legisladora panista Carla Rochín Nieto.”

Esta información se puede leer en el portal de la revista "REBELDÍA", , revistarebeldia.org, y se encuentra directamente en: http://revistarebeldia.org/revistas/numero66/07grietas.pdf

El artículo que cito no se detiene frente a la presunta objetividad con la que presumen tantos sujetos que escriben o hablan en la prensa. Los autores se plantean una pregunta fundamental y la contestan:

“¿A quiénes les dieron el negocio
estas dos funcionarias?
Treinta y tres días después que el incendio en la guardería ABC de Hermosillo, subrogada por el IMSS, causara la muerte de 48 niños, el director del IMSS, Daniel Karam, bajo presión social, hizo públicas las listas de los dueños de las estancias infantiles. En el listado, que fue puesto en la página de internet del instituto, aparecen los nombres de políticos y familiares pertenecientes al PRI, PAN y PRD. Empresarios, políticos y funcionarios de todos los niveles y en los tres órdenes de gobierno figuran como propietarios o socios. ”

Los nombres han estado allí desde hace siete años y han sido mencionados varias veces. Pero después de tanto tiempo seguimos en las mismas, con procesos que apuntan hacia funcionarios locales de autoridad muchísimo menor.

El mensaje
Ante el calor infernal en que caminábamos varios millares de personas, hubo actos de organización y de solidaridad con los marchantes. Varias veces descubrimos, a la orilla de la ancha calle, puestos de abastecimiento de agua gratuita. En uno de los casos, nos tocó recibir una botella de agua fría, recién sacada de una hielera con hielo picado. Venían de una señora con la blusa mojada porque abrazaba tantas botellas como podía para repartirlas. En su rostro se veía la preocupación que le causaba ver a los caminantes pasar, serenos para poder sobreponerse al calor, pero con la huella del Sol y el sudor en la cara y en el cuerpo sudoroso.

En estos siete años nunca estuvo tan caliente como esta vez, pero la gente marchó de todos modos y demostró que no se consumió las noticias oficiales que apostaron a simular que se está actuando y que se hará justicia. Mientras tanto, pasa el tiempo.

Lo que no saben es que esta gente se alimenta de esperanza y que ésta se transfiere, literalmente, de generación en generación. A 46 grados Celsius de temperatura, marchando por el pavimento caliente que despedía sus emisiones de energía y nos quemaba, marcharon unos niños a quienes se les llamaba con un grito: “sobrevivientes”, y yo escuchaba, sin saber de qué se trataba, que unas voces infantiles respondían.
Supe hasta el momento en que finalizó la marcha que allí iban, caminando como todos, varios niños que hace siete años se salvaron de las llamas porque ellos también estuvieron allí. En la Guardería ABC, es decir, en la bodega contigua a un almacén de papeles del Gobierno del Estado de Sonora. Se encontraban dentro de un cerco formado por un listón morado sostenido por varias mujeres, llevaban camisetas del mismo color y eran los sobrevivientes del incendio de hace 7 años. La vida de ellos tampoco ha sido fácil, en otras ocasiones he argumentado que todos los niños respiraron compuestos de cianuro y que eso se puede argumentar, todavía, con los análisis de espectroscopía adecuados de las muestras que se tomen de las paredes calcinadas.

Es un mensaje para el futuro, Ese futuro que dibujo con una poesía encantadora del poeta Ramón Santoyo. Es.

CANCIÓN INFANTIL


“…que somos uno aunque otros digan
que somos dos.”
(Canción mexicana)



Niño,
te dejo
dos brasitas
que no puedes apagar,
una para los güeritos
y otra para los demás.
Las brasitas sólo encienden
con el aire sin igual
de tu aliento
puro y fuerte,
sopla
sopla
hasta inflamar…
Que te dejo dos brasitas
que no puedes apagar
una para los güeritos
y otra

para los demás.