sábado, 2 de enero de 2010

Ponencia en el Foro del STAUS (9 de diciembre de 2009)

Reflexiones sobre la actividad sindical del STAUS y catorce propuestas.
Dr. Arnulfo Castellanos Moreno


Resumen:

1.- El STAUS abandonó la orientación académica y admitió en los hechos el estancamiento de la matrícula de la Universidad de Sonora. Ahora, eso es un problema sindical, el sindicato necesita gestionar la expansión de la UNISON hacia otras ciudades.
2.- El nivel académico bajo de los bachilleratos en Sonora afecta el trabajo de los profesores de la Universidad de Sonora. Si la Universidad de Guadalajara y la Universidad de Sinaloa conservan sus preparatorias, lo apropiado es que el STAUS desarrolle un proyecto de bachillerato de calidad y busque la reapertura de inscripciones de este nivel educativo en la UNISON.
3.- La ausencia de democracia y de autonomía en la Universidad de Sonora no es aceptable por parte del STAUS si éste respeta su propia declaración de principios.
4.- Las violaciones al Contrato Colectivo son un delito permanente e impune que debería ser penalizado con sanciones a las autoridades universitarias. Cuando esas autoridades pertenezcan al STAUS, éste podría aplicar sus estatutos para sancionar esos agremiados no solidarios.
5.- El sistema de representación del STAUS es pobre, por ejemplo, las comisiones de fiscalización podrían ser asignadas a la oposición interna más fuerte. También se podría desarrollar en el Consejo General de Delegados un sistema de respeto a las minorías relativas.




I. La defensa de los intereses académicos y culturales.

En el primer punto de su declaración de principios, el STAUS establece “Nos constituimos en Sindicato para la defensa de los intereses laborales, académicos, culturales, políticos y económicos de sus miembros … ”

El 29 de junio de 2009, el STAUS cumplió 25 años de titular del Contrato Colectivo de Trabajo que firma con la Universidad de Sonora, y aunque se ha vuelto costumbre dejar esa fecha fuera de la historia, es la titularidad del Contrato la que le da al STAUS la oportunidad de realizar plenamente los elementos planteados en su declaración de principios.

El análisis del contenido del Contrato refleja una acción sólida en la obtención de prestaciones con las que se intenta hacer menos difícil la sobrevivencia económica del personal académico. Pero a pesar de eso, ha sido imposible superar la tendencia decreciente de nuestro salario real, que de diciembre de 1981 a la fecha, ha disminuido de 100 puntos a 20. Dicho de otra manera, por cada 100 pesos reales que ganábamos hace 28 años, ahora ganamos 20.

Dada la situación general de la clase trabajadora en México, se puede afirmar que el STAUS ha cumplido de manera aceptable la defensa de los intereses laborales.

No puede decirse lo mismo en lo referente a los intereses académicos, pues en ese aspecto, lo único que el STAUS puede anotar a su favor es la promoción de un sistema de becas para que el personal académico estudie postgrado. Acción que yo considero de carácter exclusivamente individual, pues en los hechos, el STAUS no ha desarrollado conceptos colectivos.

Soy testigo presencial, y actuante también, de que el Contrato Colectivo de Trabajo firmado por el STAUS en octubre de 1985 planteaba la oportunidad de que el Sindicato actuara de manera colectiva con una visión propia de la educación superior. El papel de la Comisión de Formación y Superación del Personal Académico era precisamente ese.

Sin embargo, no hay un solo resultado en la dirección que he mencionado, y en cambio, si hay muchos hechos que apuntan en la dirección opuesta, como se ve de los ejemplos que cito a continuación:
I.Las elecciones presidenciales de 1988 se resolvieron con un fraude en el que se definió también el futuro de la nación, y como parte de la acción depredadora de los intereses colectivos, el gobierno mexicano decidió la cancelación de la escuela de ingeniería petrolera en el Instituto Politécnico Nacional, pero ni el STAUS, ni algún otro sindicato universitario, planteó una reflexión y una política de acción académica que contrarrestara esa acción.
II.Como se demuestra en el libro de Historia de la Universidad de Sonora (el STAUS y el desarrollo académico), fue una iniciativa sindical la formación de profesores con la realización de maestrías y doctorados. Sin embargo, a partir de 1997, las autoridades universitarias usaron un sistema irracional de convenios leoninos para asustar a los profesores y disminuir su interés en el uso de las becas. El objetivo de Jorge Luis Ibarra Mendívil fue trasladar el uso de plazas dedicadas a becar profesores para usarlas en el crecimiento de su administración universitaria, que en el plazo de seis años se multiplicó casi por tres. En el año de 1999, asistí a la Junta Universitaria para hacerles saber que con esa medida la velocidad en el crecimiento del número de profesores con postgrado se había reducido a menos de la mitad, y a pesar de que hice comentarios públicos al respecto, nadie se hizo eco del tema. Es un punto sobre el cual el STAUS nunca ha defendido un punto de vista.
III.A partir del año 2002, la autoridad universitaria impulsó un proceso de cambios que culminó con la implantación de un conjunto de lineamientos para el diseño curricular, pero el STAUS no consideró que estuviera entre sus obligaciones intervenir en ese proceso de cambios. Hubo profesores afectados y profesores con sus opciones de desarrollo profesional cerradas, pero eso no formó parte de las actividades del STAUS.
IV.Como resultado del interés de la Secretaría de Educación Pública, expresadas por funcionarios de esa secretaría en 1997 en el campus de esta Unidad Centro, La Universidad de Sonora se mantiene con una matrícula estancada que oficialmente no excede los 30 mil estudiantes. En la realidad, debería contarse el número real, que en el año 2003 no pasaban de 24 mil en agosto y descendía a casi 17 mil en enero, con un total de egresados más desertores que anualmente casi igualaba al número de alumnos de primer ingreso en verano. Esta falta de expansión se mantiene, a pesar de que diversos municipios, como Obregón y Agua Prieta, han solicitado la creación de unidades de la UNISON en ellas. El crecimiento se restringe al interés particular de cada Rector y sus asesores, como es el caso del campus instalado en Nogales y podría ser el caso en la Ciudad de Obregón. Pero a pesar de que el STAUS tiene afiliados a un gran número de profesores por horas sueltas, elegantemente llamados de asignatura, nunca ha considerado necesario intervenir buscando planes de expansión de la matrícula, de la oferta educativa en otros campus, ni de la creación de un bachillerato universitario. En la década de los años 1960, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora fue capaz de impulsar y fundar una secundaria que llamábamos “la secundaria de la FEUS”, sin embargo, el STAUS nunca ha contemplado acciones similares. Las escuelas privadas brotan por todos lados y obtienen matrícula para mantenerse como negocios, lo cual prueba que estudiantes hay y profesores también, pero iniciativa universitario no.
V.Desde 1991 hasta ahora, lapso que llevamos con la ley 4 rigiendo la estructura de la Universidad de Sonora, estancada por acuerdo tácito de la autoridad universitaria con la SEP, la Universidad de Guadalajara ha dispuesto de recursos para fundar ocho centros regionales que con la nomenclatura nuestra llamaríamos “unidades”. Se encuentran en: Ciudad Guzmán, Puerto Vallarta, La Barca, Lagos de Moreno, Tepatitlán, Colotlán, Ameca y Autlán. Cada una tiene su rector y su administración, dirigiendo varias licenciaturas y otros programas académicos. Deseo agregar, además, que la Universidad de Guadalajara conserva sus preparatorias. Lo anterior indica que hay universidades públicas dispuestas a crecer y otras conformes con su estancamiento. Lo que no resulta válido, es que el STAUS también guarde silencio.
VI.La educación media superior en manos del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), manejado por una falsa maestra que no trabaja desde hace décadas, es un fracaso generalizado en el cual la Universidad de Sonora es una de las que pagan los platos rotos del engaño de que son presa los padres de familia y los jóvenes de México,
VII.Estamos ante una política académica y económica en la cual el STAUS guarda silencio casi cotidiano, tocando el punto únicamente en momentos coyunturales. No existe una política de difusión interna ni de educación sindical que mantenga el dedo en el renglón de datos como los siguientes:
I.No puede decirse – ni aceptarse tampoco – que en México falta dinero para respaldar la educación y la investigación científica, como se concluye de los siguientes datos: según Ana Lilia Pérez, en su artículo intitulado “IPAB, del quebranto al saqueo”, el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), consumió durante los últimos 10 años aproximadamente el 10% de producto interno bruto de México.
II.Esta medida apoyada por el PRI y por el PAN sirvió para respaldar, en un 81.7% de los montos erogados, a tan solo el 2.2% de las cuenta bancarias.
III.Las consecuencias de esta decisión son ahora catastróficas. De acuerdo a información proporcionada por Miguel Castellanos Moreno, el IPAB, que fue creado en diciembre de 1998, generó, desde entonces hasta 2009, gastos anuales en el Gasto No Programable del Gobierno Federal, tan solo en el Ramo 34, bajo el concepto "Erogaciones para los Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca", por cantidades que oscilan desde 22,195 millones de pesos en 1999, hasta casi 62,000 millones de pesos en el año 2009. Lo anterior sitúa a ese Ramo 34 permanentemente por encima del presupuesto anual de la Universidad Nacional Autónoma de México. Según información de Ana Lilia Pérez, en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2009, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) intentó, en noviembre del año pasado, que el IPAB tuviera una disponibilidad inicial de 35 mil millones de pesos; otros 31 mil millones de pesos de los apoyos del gobierno federal para ahorradores y deudores de la banca; otros 3 mil 200 millones de ingresos derivados de intereses por inversiones; y 187 mil millones de pesos mediante nuevos créditos para “refinanciamiento”. Estas cantidades suman 265 mil millones de pesos y reflejan cuánto dinero ha estado dispuesto a gastar el gobierno de Felipe Calderón para apoyar a los banqueros a la vez que se estanca o recorta el presupuesto para educación.
IV. Esos recursos del erario, que se pretendía desviar hacia el IPAB en el año 2009, equivalen al presupuesto de más de 220 universidades públicas del tamaño de la Universidad de Sonora.
V.Más aún, si tomamos en cuenta el presupuesto de la UNAM para 2010, el dinero dedicado al IPAB en 2009 es suficiente para mantener a casi 11 universidades mexicanas de la misma magnitud de la UNAM, que hace – ella sola – más del 40% de la investigación en México.

Sin embargo, si se realizara un censo de las opiniones del personal académico afiliado al STAUS, acerca de la política económica, educativa y de promoción de la investigación, es altamente probable que un porcentaje significativo de los profesores contestaría justamente en los términos del discurso oficial.

Debemos tener presente que el lema sindical es justamente: “CIENCIA Y CULTURA”. El STAUS puede mantenerse en la misma línea si ese es el deseo de sus afiliados, pero también debe recapacitar en que al conservar esa decisión de no intervención en los asuntos académicos nos condena a todos a voltear hacia adentro y a pelearnos por el mismo pastel. En realidad, el estancamiento de la matrícula de la Universidad de Sonora es ya un problema sindical.

Por las razones anteriores, propongo lo siguiente:
1.Instruir a las secretarías de prensa y de educación y cultura, para que se lleve a cabo uno de los objetivos del STAUS, señalado en el Artículo 2, inciso (e). Este objetivo es el de: “Implantar la educación sindical y política de sus agremiados.”
2.Revisar la política sindical actual, que en los hechos no defiende el interés académico de sus afiliados y no cuenta con una concepción colectiva y nacional de la educación superior.
3.Revisar desde el Consejo General de Delegados la posibilidad de promover la expansión de la matrícula de la Universidad de Sonora, creando nuevos campus en Hermosillo y en otras ciudades de Sonora, pero esta vez, con un sistema ligado a la consolidación de investigación científica y la aportación cultural en general. Para ese fin, sería conveniente concebir al STAUS como un banco de profesores e investigadores que pueden incidir favorablemente en el mejoramiento de la educación superior en la región. Con esta acción, el personal de asignatura podría resultar beneficiado.
4.Revisar, también desde el Consejo General de Delegados, la posibilidad de abrir un bachillerato científico y humanista similar al programa de bachillerato actual de la Universidad de Sonora, que contiene pocas asignaturas por semestre y que ofrece la posibilidad de tratarlas a profundidad, con un máximo de concentración por parte de los estudiantes y sin generar la distracción y la confusión que ahora es común en ellos. Así, el STAUS podría generar ejemplos de mejores niveles académicos y presionar a las demás instituciones a superarse, comenzando por las preparatorias incorporadas a la Universidad de Sonora.

Otro punto fundamental es el de las becas para formar personal académico con postgrado. La formación de personal académico de la Universidad de Sonora fue producto del esfuerzo del STAUS, pero se ha cedido su administración al gusto y capricho de las autoridades, que como antes, ahora han regresado a la concepción – de hace cuarenta años – de la formación de profesores como una actividad exclusiva de cursos ligados a la didáctica. Para comprobar que éste es el caso, basta revisar el Plan de Desarrollo Institucional recientemente aprobado por la Junta.

5.Propongo que se realice un censo del número de becas realmente existente, y también, un estudio profundo de las razones por las que, habiendo oportunidades, hay profesores que prefieren no tomarlas.
6.Consecuente con los resultados que una investigación produzca, es conveniente que el STAUS revise el sistema irracional de convenios leoninos y procure un control público del sistema de becas en el cual se demuestre de forma transparente quién cumple y quién no, trabajando con un sistema de reportes y avances publicados en Internet. Así se evitaría el sistema actual de profesores protegidos por la administración universitaria. A mi juicio, el escrutinio público es mejor sistema de auditoría académica.


II. La ausencia de autonomía en la Universidad de Sonora.


En el sexto punto de su declaración de principios, el STAUS establece “Defendemos la autonomía universitaria, misma que concebimos no como una disgregación o separación del contexto de la sociedad, sino como capacidad de autogestión universitaria, para poner a la institución al servicio del pueblo.” Por el proceso de estancamiento que acabo de relatar, además de otras acciones bien conocidas de las autoridades universitarias, está claro que en la Universidad de Sonora ocurre exactamente lo contrario, ni hay autogestión, ni se practica la autonomía, pero sobre este tema, el STAUS ha preferido guardar silencio.

7.En este punto, propongo que el STAUS revise su posición ante la ausencia de autonomía y de democracia en la Universidad de Sonora, generando, además, una discusión y una toma de decisiones de lo que resulte conducente. El camino podría ser un sistema de foros de análisis sobre la situación actual de la Universidad de Sonora, que culminara en un congreso universitario resolutivo. Para lograr un sistema de eventos eficientes, sería necesario que la Secretaría de Prensa regresara al sistema de cárteles de calidad, y de folletos con análisis y datos, cuya publicación sirviera para crear el interés y el ambiente adecuado para la discusión.


III. El respeto de los integrantes del STAUS Al Contrato Colectivo.


Otra parte del primer punto de la declaración de principios del STAUS afirma que se puede militar en sus filas “sin importar posturas filosóficas, políticas, económicas, ideológicas y religiosas”. Desde mi punto de vista, esto es un exceso en el que no procede incluir la ausencia de conciencia sindical, misma que lleva a que sean los mismos integrantes del STAUS quienes violan el Contrato Colectivo cuando ocupan temporalmente puestos de autoridad. Es un hecho que después regresan, impunes, a formar parte de la membresía del sindicato.

En realidad, las violaciones al contrato son ejemplos cotidianos de esos delitos sin pena de que nos hablan los juristas para decirnos que en esos casos no hay delito. Es extremadamente penoso que cada año se acumulen violaciones contractuales que forman parte de emplazamientos a huelga y que en muchos de los casos éstas provengan de las acciones arbitrarias de los mismos integrantes del STAUS.

8.Propongo que se plantee para el Contrato Colectivo algún sistema de penalizaciones contra las autoridades que practican el deporte de violarlo.
9.También propongo que los estatutos del STAUS contemplen la forma de evitar impunidades, actuando a través de las comisiones: de Vigilancia y Fiscalización y de Honor y Justicia .

Permitir la impunidad es una forma de perder credibilidad y abonar a favor de la desmovilización sindical.


IV. La calidad de la representación interna.


En este punto deseo pasar a una de las razones que a mi juicio han afectado a la vida sindical interna. La estructura misma del Consejo General de Delegados puede ser afectada por la acción de jefes de departamento y de coordinadores de programa, quienes logran el mayoriteo de las elecciones en cada delegación si así lo desean. Su método es simple y eficaz: pulverizan la programación semestral y logran posiciones electorales favorables tanto en el Consejo General de Delegados como en los cuerpos colegiados de la estructura de gobierno de la Universidad. Sobre este punto, propongo lo siguiente:
10.Cuando un grupo de profesores logra más de la tercera parte en sus elecciones delegacionales, podría ganar la posición del subdelegado.
11.También, el STAUS podría incluir en sus estatutos la obligación de que, en esos casos, sería indispensable la presencia del subdelegado para resolver los problemas laborales que se presentan en la delegación.
12.El subdelegado debería tener derecho, también, a recibir todos los citatorios e información de respaldo conducentes.

En su estructura de dirección, el STAUS reproduce el sistema viciado de dependencia mutua que observamos en los tres poderes de la nación, en los cuales ni la Suprema Corte es independiente, ni el poder legislativo logra actuar sin los candados y vetos favorables al presidente en turno.

Que una planilla ganadora se lo lleve todo, incluyendo las comisiones de fiscalización, no suena razonable. En un sistema de respeto a las minorías relativas, sería apropiado tomar en cuenta las siguientes propuestas:
13.Que la estructura de la dirección sindical guarde un papel independiente para la Comisión de Hacienda, a fin de que se fiscalice mejor el uso de los recursos económicos.
14.En contraparte, las obligaciones de una Comisión de Hacienda independiente debería incluir un código de conducta que le facilite la acción objetiva de sus funciones pero sin actuar como elemento discordante que boicotea el buen funcionamiento del sindicato.

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