Hace varios meses el profesor Santoyo me envió un poema escrito por él en la fecha señalada abajo.
Batallando con los puntos y aparte en los reportes de mi blog, no encontraba la manera de incorporarlo en este espacio.
Parece que ahora lo estoy logrando así que aquí va.
Tengo una raíz en el corazón
se enreda y busca las plantas de los pies;
se aferra al corazón de la tierra en su ritmo
perpetuo
que como un reloj de arena,
acompasa los latidos de corazón a corazón.
Cordón umbilical de lo infinito,
trasiego de vida y muerte:diástole y sístole
sostiene al universo en el filo de la navaja.
Tengo una raíz en el corazón
dispuesta a estrangularlo;
y al abrir la compuerta en el cadalso del cuerpo
el reloj del hombre oscila,
péndulo mortal,
al unísono con el reloj de la tierra.
Ramón Santoyo Durán
16 de enero de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario