domingo, 14 de junio de 2020

El campus de la Universidad de Sonora como posible fuente de rebrote de COVID-19




Presentación

Esta es la tercera contribución de junio para tratar el caso de la pandemia COVID-19. Con base en las conclusiones establecidas en las dos contribuciones anteriores, se busca mostrar de qué manera las instalaciones de la Universidad de Sonora son propicias para la propagación del virus SARS-COV-2, causante de la enfermedad COVID-19.

Se ha insistido en que la forma de evitar los contagios es un sistema de distanciamiento entre los individuos en una distancia de cuando menos 1 metro y medio. Al recalcar las conclusiones de las dos contribuciones anteriores haremos ver que éstas son insuficientes.

Se mostrarán fotos de los accesos a las instalaciones del Departamento de Física y se incluirán las medidas de éstas. Sobre esta base se propondrá al final un sistema de pasillos unidireccionales y de escaleras exclusivas para subir y otras dedicadas únicamente a bajar. Donde esto no sea posible se hará una sugerencia.

Recopilando conclusiones anteriores.

De la primera contribución se concluye lo siguiente:
La revisión de fechas sobre la expansión del virus en China permite establecer algo bien conocido ahora: la rapidez de contagio del virus es muy alta.

El estudio del caso del restaurante de Guangzhou permite concluir que si convives en un espacio cerrado no basta con mantenerse a cuando menos 1 metro y medio de distancia, además, es importante saber cómo está soplando el aire acondicionado y durante cuánto tiempo convivimos con alguien que no sabe que está contagiado.

De la segunda contribución se ha podido establecer lo que sigue:
Los autobuses atestados, que mantienen a los pasajeros durante varias decenas de minutos, son fuente de contagio seguro y basta que sólo una persona con el virus este viajando allí.

Se concluyó que los gimnasios y las aulas, por ser lugares cerrados, son una fuente de contagio segura. En este punto deseo subrayar la importancia del movimiento del aire acondicionado.

Las instalaciones en el Departamento de Física y sus dimensiones

Supongamos que arribas a la frontera sur del campus universitario por la calle Colosio e ingresas por la calle de la sabiduría. En términos mejor conocidos, es la que inicia entre las instalaciones de matemáticas y las de ciencias químicas. Aproximadamente a 100 metros encuentras del lado oriente el siguiente acceso al Departamento de Física

 
Foto 1. Llegada por la calle de la sabiduría.

Para los comentarios que siguen, supongamos que la Universidad de Sonora llama al trabajo en agosto de 2020. Para esa fecha, mi pronóstico es que la pandemia estará disminuyendo como se aprecia en la siguiente gráfica que calculé ajustando la curva azul a los puntos rojos que se aprecian en la gráfica.  Esos puntos provienen de datos obtenidos diariamente de la página que publican los compañeros de matemáticas, quienes mantienen el sitio de Internet en la dirección que sigue: https://covid19data.unison.mx/.

El eje horizontal de la gráfica cuenta días transcurridos desde el 13 de marzo de 2020 pero los datos proporcionados inician el 7 de abril. En la vertical se contabilizan los casos activos de acuerdo a los criterios que se siguen en el Estado de Sonora. No entramos en los detalles de sus diferencias con las definiciones de caso activo del gobierno federal.

El ajuste de la curva no incluye la posibilidad de un rebrote y de ella se puede concluir que en agosto Sonora todavía tendrá algunos cientos de casos activos. Es decir, de personas que portan y transmiten el nuevo coronavirus.
Foto 2. Curva de casos activos en Sonora. Datos de los compañeros de matemáticas en rojo.
 Curva azul es el ajuste del autor. Se pronostica que la pandemia prevalece en agosto.
Supongamos un sonorense X que el viernes 14 de agosto ha estado celebrando con sus amigos, tomando cerveza en el patio de una casa cualquiera. Ante el evento de que en la reunión participaba una persona contagiada previamente, inferimos que nuestro amigo X ha adquirido el virus. Veremos enseguida cuál es la probabilidad de que tu te encuentres con él.

Para precisar números, supongamos que Sonora tiene 500 casos activos. De estos, aproximadamente 150 estarán en Hermosillo. Si la tercera parte de la población de Hermosillo se está movilizando, (cuatro días después) tenemos que martes 18 de agosto hay cierta probabilidad de que te encuentres con el amigo X. Éste ya está contagiado, pero la probabilidad de encontrarlo es un número sumamente pequeño: 0.00017. ¿Qué significa esto en la vida cotidiana?

En números redondos, la cantidad tan insignificante del párrafo anterior indica que de cada 5 883 encuentros entre dos personas en Hermosillo habrá la posibilidad de encontrar 1 infectado. El sonorense X.

El cálculo anterior se hace sin considerar que la persona infectada está viajando en autobús urbano, ni haciendo fila detrás de otro con el aire de un ventilador soplando sobre la cara de ambos. Tampoco incluye que el infectado pudo estar durante varios minutos en un recinto cerrado, como un banco, una farmacia donde hay varias personas haciendo fila, ni una tienda de alimentos en la que se ha vuelto lenta la atención en la caja.

Por consiguiente, podemos suponer que ese martes 18 de agosto el sonorense X está caminando por el campus de la Universidad de Sonora. Como ejemplo, supongamos que transita por las instalaciones del Departamento de Física, llegando por la calle de la sabiduría.

Foto 3. El pasillo de acceso mide menos de 1 metro y medio.

Entrará por el pasillo de la primera foto, pero aquí nos encontramos que mide de ancho 1 metro con 30 centímetros. Si una persona viene de frente, existe una pequeña probabilidad de que las micro gotas que emite al respirar lleguen a tus ojos, o en general, a alguna parte de tu cara. Si las micro gotas llegaron a tus ojos ya eres una persona contagiada, pero si llegaron a tu cara, eres alguien al filo de la navaja. Lo que sigue nos lo han explicado miles de veces, si te tocas la cara y luego la nariz, o la boca, también serás un contagiado.

Supongamos que el sonorense X no encontró a nadie en ese pasillo. Tiene la opción de avanzar hacia las oficinas del Departamento de Física por este otro. Tan angosto como el anterior.
Foto 4. Para llegar a las oficinas del Departamento de Física se transita
a lo largo de un pasillo que también es estrecho.


Después podría dar vuelta a su izquierda y encontrarse un pasillo muy amplio. Es el siguiente:
Foto 5. Pasillo que une los edificios 3F y 3E. Ancho
pero no tiene señalamientos de tránsito.

Tiene 3 metros con 90 centímetros de anchura, si hubiera señalamientos, y se respetaran las indicaciones, podría caminar por su izquierda mientras otro peatón lo hace por el extremo derecho de la foto. Sería una zona de tránsito segura, pero el caso es que no hay señalamientos.

Ahora imaginemos que el sonorense X sube las escaleras del edificio E de la zona. Aquí ya no hay remedio, si otra persona viene bajando, necesariamente pasarán a menos del metro y medio recomendado. La escalera mide apenas 1 metro con 60 centímetros de ancho.

Foto 6. Escaleras de arribo a las plantas superiores del Edificio 3E.
No es posible que dos personas estén 1 metro y medio separadas.

Nuestra siguiente hipótesis de trabajo es que el sonorense X dio vuelta a su derecha en lugar de subir las escaleras. Ahora caminará por el pasillo de la foto siguiente, que tiene 1 metro con 80 centímetros de anchura. El comentario anterior se vuelve a repetir si se encuentra a alguien caminando de frente.
Foto 7. Pasillo de la planta baja en el edificio 3·. Muy transitado
en días hábiles y no permite separaciones de 1 metro y medio.

En cambio, si subió la escalera de la foto 6 y llegó al tercer piso, puede ingresar a la biblioteca del Departamento de Física. Un recinto cerrado y refrigerado. ¡Cuidado! Aquí conviene recordar una de las conclusiones que hemos enunciado.

Si no es así, su otra opción es doblar a la izquierda donde se encontrará este pasillo, que mide 2 metros de anchura. Si el sonorense X se encuentra con alguien caminando de frente, no hay espacio para que se aparten a más de 1 metro y medio.

Foto 8. Pasillo de la tercera planta del edificio 3 ·. Angosto también.
Da acceso a cuatro edificios más. Su uso ha crecido en este año.

Ahora el caminante tiene varias opciones. Una de ellas es caminar por los pasillos hasta el edificio 3R. Conocido en el lenguaje coloquial como “el R”. Éste es una trampa en temporada de pandemia. Es un edificio cerrado de tres plantas. La número 2 tiene pequeñas oficinas y varios laboratorios y solamente un pasillo similar a los descritos. Allí ocurrió un fenómeno en otoño de 2019 y en invierno de 2020. Alguien se enfermó de una gripa en la planta 2. Cundieron los enfermos mientras en la planta 3 no pasaba nada. Después de varias semanas, también en esa planta estaban enfermos.

Para terminar, supongamos que el sonorense X imparte una clase en una de las dos aulas del edificio E que se encuentran inmediatamente a la izquierda del pasillo de la foto 8.  Todo el proceso de la cátedra se va a desenvolver en un espacio cuya anchura no llega a tres metros (ver foto 9). Tendrá a un costado el ventilador (ver foto 10) y éste hará circula el aire acondicionado reciclándolo. Las micro gotas que emite al hablar tal vez lleguen a las personas que se encuentran en la primera de las dos filas de mesabancos que caben allí. Pero tampoco estará a salvo aquella persona que se siente en la fila más lejana porque, como hemos visto en las conclusiones de las dos contribuciones anteriores: se trata de un espacio cerrado en el que están varias personas durante 50 minutos. Habrá varios de contagiados.

Foto 9. Se muestra la anchura de las aulas 3E-301 y 3E-302.
Tan angostas que constituyen un riesgo en esta pandemia.

Foto 10. Los aires acondicionados son recirculantes del aire en un
recinto cerrado. Incrementan la densidad de virus en el aire.

¿Qué hacer?

Al inicio señalé que por razones de prevención conviene establecer un sistema de pasillos unidireccionales con direcciones marcadas en suelo y paredes. Se trataría de flechas indicando las direcciones permitidas y de avisos de advertencia para hacer ver que, por razones de salud pública, la persona que camina no debe tomar la dirección equivocada.

Se agregarían carteles permanentes con la figura de Susana Distancia y explicaciones basadas en caricaturas sobre el viaje de las micro gotas con virus en una trayectoria similar a una parábola.

Donde sea posible, como es el caso del Departamento de Física, organizar escaleras para subir y escaleras para bajar. Para quienes desconocen las instalaciones se señalarían flechas indicando por dónde avanzar hacia la escalera de bajada. Ver foto 11.

No en todos los edificios de la Universidad de Sonora es posible hacer eso. En este caso la sugerencia es que se instalen señales con sonidos indicadores de que alguien viene subiendo, para no bajar, o lo contrario.

Para mayor aclaración, si alguien viene subiendo un sistema de  censores podría indicar la ubicación de la persona que sube. Para mayor detalle, supongamos un edificio de tres plantas. En la parte superior podría instalarse un tablero con tres focos rojos para indicar con uno de ellos encendidos el sitio donde se encuentra. Ver foto 12.

Este mecanismo elemental puede ser mejorado si el problema se le plantea a los profesores y a los estudiantes de la carrera de ingeniería electrónica.

Foto 11. Diagrama para ejemplificar pasillos para circular
en una sola dirección. Caso del Departamento
de Física de la Universidad de Sonora.

Foto 12. Sistema de focos para indicar posiciones de
usuarios de las escaleras.


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