domingo, 21 de noviembre de 2010

¡VIVA VILLA, CABRONES! Salvador Loya Villalobos



El hombre que aparece a la derecha de la foto, con camisa a cuadros,fue el maestro Salvador Loya Villalobos, quien tenía uno de los valores morales más preciosos y escasos en esta sociedad que nos tocó vivir: la lealtad. Por eso, tres días después de enterarme de su muerte le pedí al profesor Ramón Santoyo Durán (a la izquierda en la fotografía) un comentario que nos permitiera recordar su partida. Como sabíamos muchos, era un experto en la historia de Francisco Villa.

El maestro Santoyo nos regala el siguiente escrito con el cual deseamos informar un poco de la excelente personalidad de Salvador.

¡VIVA VILLA, CABRONES!

Debo aclarar, que el título de este escrito, no representa la personalidad de un maestro ejemplar como lo fue el Licenciado Salvador Loya Villalobosº: sencillo, respetuoso, sincero, amable, bondadoso; pero en su preferencia por los personajes de la Revolución Mexicana, no hay otra frase que la describa mejor. Profundo conocedor de las distintas etapas históricas de nuestro país, colocó siempre el acento en la controvertida figura de Doroteo Arango; el “General”, como él lo llamaba, absorbió gran parte de su atención intelectual y de su tiempo.

Salvador Loya Villalobos, fue un acucioso investigador de la actividad revolucionaria y política de Francisco Villa; conocía a detalle cualquier faceta del “General”; relacionaba distintos aspectos (sociales, políticos, económicos) que le permitían análisis a fondo y llegar a conclusiones que, a veces, no coincidían con las sustentadas por algunos estudiosos de la vida militar y política del “Centauro del Norte”. Ejemplo de esto son las certeras aclaraciones que hacía a conferencistas sobre un dato erróneo o no habían enfocado con precisión un punto y dejaban tambaleante la figura de Villa. Defendió siempre a su “General”, pero lo hizo con sencillez, casi con humildad y, sobre todo, con conocimiento de causa y en el marco de un respeto absoluto a los detractores de Francisco Villa.









Salvador fue un historiador nato, por placer; no buscó reconocimiento académico alguno en esta disciplina; pero lo que sí deseó con vehemencia fue un mundo más justo y equitativo. Fue un hombre que prefería el camino de la izquierda, bueno, servicial, trabajador y responsable hasta el extremo. Quería un México diferente, por eso la gran admiración hacia los revolucionarios representados por su “General Villa”. No escribió obra sobre su personaje predilecto (sí artículos y dictó conferencias); pero hizo algo mejor, grabó en el corazón de miles de sus alumnos los trágicos y emotivos acontecimientos de la Historia de México tan sólo con el amor, su voz y su Sapiencia; inculcó la crítica constructiva y enseñó que el verdadero ciudadano debe luchar por la justicia y por los que menos tienen. En sus funerales, alguien murmuró: “Se fue el último de los villistas”. No sé si sería el último o el primero, pero de lo que estoy completamente seguro es, que como él, hay muchas personas en el mundo: sabias, estudiosas, eruditas, críticas y que dejan en su comunidad un excelente ejemplo de lo que debe ser un hombre de bien. Hombres que, alejados de las “candilejas académicas”, luchan para que su pueblo despierte y viva con dignidad. Hombres con valores extraordinarios y congruentes en el decir con el hacer; que combaten todos los días, y van dejando en los demás la sensación de que no todo está perdido y encienden en el ambiente social la flama de la esperanza.

Para concluir, quisiera escribir una frase que no pude gritar ante el cuerpo de Salvador y entre los aplausos de despedida de cientos de sus amigos:

¡VIVA SALVADOR LOYA, CABRONES!




º Salvador Loya Villalobos era originario de San Juan Balleza, Chihuahua (1945).
Llegó a Guaymas, Sonora, en septiembre de 1970 como Técnico en Motores de Combustión Interna, egresado del Tecnológico de Chihuahua, a trabajar como docente en el CECATI No. 23.
Un año después prestó sus servicios en el Taller de Refrigeración y Aire Acondicionado en el CECYT 200 (ahora CBTIS No. 40) hasta obtener tiempo completo.
Contrajo matrimonio en 1974 con Araceli Cota Contreras originaria de Guaymas y formó su familia procreando cuatro hijos: Salvador, Javier y los gemelos César y Ángel.
En 1980 inició sus estudios en la Escuela Normal Superior del Estado de Baja California Sur en la Licenciatura de Ciencias Sociales hasta obtener el título.
En febrero de 2009 se jubiló de su labor docente.
El 26 de octubre de 2010, “se jubiló de vivir”, como dijo el Ing. Héctor Luna Garza, exdirector del CBTIS No. 40.
M.D.T RAMÓN SANTOYO DURÁN
HERMOSILLO, SONORA
4 DE NOVIEMBRE DE 2010.


sábado, 11 de septiembre de 2010

Las novatadas en la Universidad de Sonora y la ausencia de responsabilidad en las autoridades, o bien, las comisiones de derechos universitarios y la





Hace décadas leí un cuento de ciencia ficción en el que un inventor se vanagloriaba de haber inventado una máquina que podía construir cualquier cosa que le fuera pedida, y ante la incredulidad del interlocutor que ponía en duda la noticia, el constructor lo había emplazado a retar a su invento a ejecutar cualquier acción que le pidiera. Enseguida, el escéptico le tomó la palabra y dijo: quiero un libro, obteniendo a cambio la aparición de un libro en la sala donde los tres se encontraban. Engolosinado con el resultado, volvió a pedir otra cosa diferente y después una tercera, recibiendo en cada reto lo que había solicitado.

Comprendiendo que por ese camino no derrotaría a la máquina, el escéptico decidió pedirle que hiciera: nada, recibiendo como respuesta una aparente inactividad del gran invento. Ya empezaba a jactarse de haberla vencido cuando pudo notar que en la habitación empezaban a faltar cosas: un florero que adornaba el ambiente había desaparecido, luego el mueble donde se colocaba el florero también, enseguida otro mueble, luego varias de las estrellas que antes se apreciaban por la ventana. Y si, la máquina estaba haciendo su trabajo, estaba convirtiéndolo todo ¡en nada!

La máquina inventada para asuntos constructivos podía ser utilizada para destruirlo todo.

Este cuento viene a mi recuerdo porque algún viernes de agosto de 2010 estaba escuchando en la Radio Bemba un programa que se llama algo así como UNISONO, donde un grupo de estudiantes presentaban temas diversos de cultura y de hechos de la Universidad de Sonora. Entre ellos, una dama leyó una carta muy sentida pero de autoría anónima. En ella se narraban algunos hechos ocurridos durante una novatada en el campo de la escuela de Agricultura y Ganadería.






Después entrevistaron a la profesora Catalina Soto, responsable de la única, de las dos comisiones de derechos universitarios existentes, que tuvo interés en el caso. Ésta es la comisión que auspicia el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), mientras que la otra, con cargo al presupuesto de la institución, brillaba como siempre por su ausencia y por su omisión con tintes de cinismo.





En las novatadas de Agricultura y Ganadería se habían cometido delitos que iban desde la agresión verbal y física hasta la asociación delictuosa, aderezado con la complicidad de otros estudiantes, maestros, conserjes, vigilantes y autoridades locales de ese campus.






Inicialmente los hechos estaban al margen de la vicerrectoría de la Unidad Centro, entiéndase la Universidad de Sonora en Hermosillo, y también, estaban fuera del alcance del Rector. Pero cuando pasaron las horas, y los días, con los hechos impunes porque los culpables siguieron sin castigo, todos ellos pasaron a la lista de los cómplices de un delito del fuero común.






Se escucha feo, pero eso es, como pienso argumentar más adelante. Lo primero que me llamó la atención fue que nadie en el programa de la Bemba tocaba el caso del delito que debió ser denunciado en el ministerio público, pues había allí una tendencia a darle las vueltas a las cosas, con muchos comentarios y ninguna solución.

Tomé el teléfono para señalarle a los jóvenes que estaban hablando de un delito del fuero común, pero la parquedad de mi comentario y la ausencia de explicación de mi parte, no fueron de utilidad para aclarar mi punto.

El asunto es que hablando mucho de los derechos universitarios rotos se dejó de lado la terrible omisión de no dar parte al ministerio público y exigir una investigación que habría llevado, al menos en principio, a la entrevista y al interrogatorio hasta dar con los testigos, y probablemente, los culpables, toda vez que a un presunto testigo se le explica primero que negarse a dar la información que conoce puede transformarse también en un delito que se llama encubrimiento. Pero en fin, se supone que para eso hay especialistas que saben cómo interrogar, cómo cruzar información y compararla para saber, en algún momento del proceso de investigación, quién está aportando algo y quién se la está guardando de manera deliberada.






El tiempo del programa se acabó y todo regresó a esa normalidad en la que si ves algo no lo dices porque te metes en problemas, y así, los delincuentes hacen cosas porque tienen confianza en que pueden contar con la colaboración del que los ve y no dice nada.

La participación de la Comisión de Derechos Universitarios realmente seria, es decir, la que está a cargo de la profesora Catalina Soto, sirvió aquí para tomar el tema, pero también para desviar la atención de lo que pudo haberse convertido en una petición pública de acción por parte del Rector.

¿Por qué? Porque las novatadas demuestran que la Universidad de Sonora tiene matriculados a delincuentes que cometen delitos del fuero común, sin que nadie haga nada para castigarlos. Porque la Universidad paga una vigilancia que no ve y tampoco oye nada cuando se trata de agresiones a jóvenes de reciente ingreso. Porque hay profesores que prefieren pasarla bien y no meterse en problemas, aunque conozcan a los culpables, como me consta que ocurrió hace años en las instalaciones de ingeniería química. Allí al menos un profesor vio, pero hizo lo mismo que la máquina del cuento.






¿Por qué el Rector tiene una responsabilidad? Porque ante la sociedad aparece como aquél que dirige una educación que, según la UNESCO, debe ser una educación para la paz, la concordia, la solidaridad y el beneficio de todos los humanos.

Una educación para formar hombres y mujeres mejores.

Es evidente que el problema es muy grande, pero lleva décadas sin ser resuelto y a todos nos va tocando la amarga experiencia de un amigo, un hermano, un hijo, etcétera, al que le rompen el pantalón, le trasquilan el cabello, lo golpean, le queman la cara, entre otras vejaciones.

En el año 2009 los valores emitidos a los estudiantes recién llegados incluyó música de televisa y un brinca brinca. La imagen primera, que según los expertos es muy importante, solamente incorporó la incultura de uno de los poderes fácticos de México. En algunos casos, como en agosto de 2010 en Agricultura y Ganadería, agregó el agravio, la ausencia de razón, de concordia y de solidaridad.

El Rector tiene que hacer algo que incluya la petición firme al ministerio público para que investigue uno o varios delitos del fuero común cometidos dentro del campus, pero también, tiene que dar los pasos necesarios para que se inicie el aprendizaje que nos lleve a educar dentro de la armonía y la concordia de los universitarios.

En esta contribución a mi blog he venido insertando la forma en que la University of Arizona recibe a sus estudiantes de posgrado. Hay explicaciones detalladas expuestas por parte de una estudiante comisionada para participar en esa parte del recibimiento que se les da. Con todo y el calor creciente que se sentía en el asfalto y el pavimento de Tucson, en este agosto de 2010, la joven responsable de explicar el lugar en que se encontraba cada cosa, cumplió amablemente con su cometido.

Se me ocurren acciones como esa, pero pienso que los colaboradores del Rector podrían plantear muchas más, que no sea música de calidad dudosa y brinca brincas. De no ser así, un día ocurrirá lo mismo que en las llanuras de África, donde los ñús, que son muchos pero muy tontos, huyen tratando de escapar de unas cuantas leonas que los atacan para comérselos. Donde a veces las leonas se topan con los búfalos, que también son muchos pero no tan tontos, de tal manera que tienen conocimiento de la fuerza que da el grupo y organizan un tropel contra las leonas, que se ven obligadas a huir despavoridas para evitar ser aplastadas.







Tratándose de conductas salvajes, uno de estos días los estudiantes de reciente ingreso se organizarán para aprovechar que son más y someter a los alumnos obtusos y abusivos de los semestres superiores, que carecen de solidaridad y actúan dominados por unas cuantas neuronas de sus hipotálamos, dejando para otra ocasión, o para ninguna, la reflexión de su neocórtex.

Estoy hablando de potenciales batallas campales similares a las llanuras africanas, sin el contenido de un campus propio de una universidad.

Hacer como que nada ocurre, dejar que una comisión de derechos universitarios se encargue, para luego hacer oídos sordos ante ella, es actuar como la máquina del cuento, que creía cumplir su cometido, pero lo iba destruyendo todo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Para relax y solaz, habrá en lo sucesivo poemas y cuentos del profesor Ramón Santoyo Durán

“Tengo una raíz en el corazón”
se enreda y busca las plantas de los pies;
se aferra al corazón de la tierra en su ritmo perpetuo
que como un reloj de arena,
acompasa los latidos de corazón a corazón.
Cordón umbilical de lo infinito,
trasiego de vida y muerte:diástole y sístole
sostiene al universo en el filo de la navaja.
“Tengo una raíz en el corazón”
dispuesta a estrangularlo;
y al abrir la compuerta en el cadalso del cuerpo
el reloj del hombre oscila,
péndulo mortal,
al unísono con el reloj de la tierra.

Ramón Santoyo Durán
16 de enero de 2010

Examen al Ceneval. Dieciséis años son muchos

Preámbulo.

Un mal día, la Secretaría de Educación y Cultura del Estado de Sonora anunció que los aspirantes a los bachilleratos públicos de Sonora ya no serían seleccionados con base en el promedio, sino con base en un examen aplicado por el Ceneval.

Los resultados de esa decisión se pudieron observar este verano de 2010 y oscilaron desde lo estúpido hasta lo absurdo. Una "computadora" tomó decisiones tan inteligentes como colocar a jóvenes que viven en Hermosillo, en preparatorias de la Ciudad de Nogales, a casi 300 kilómetros de sus casas.

En el mismo sentido, como parte de las acciones derivadas de la implantación del autoritarismo en la Universidad de Sonora, se establecieron en ella varios sistemas de admisión y rechazo en los que una empresa privada aplica exámenes a los estudiantes que pretenden ingresar a la universidad. Lo único que se conoce públicamente es una lista de aspirantes que son aceptados, dejando de lado, sin mención alguna, a quienes no fueron admitidos.

En el caso del Departamento de Física se decidió, en dos o tres oficinas siempre bien refrigeradas, que solamente habría cupo para 40 aspirantes. Curiosamente, en el año 2010 aparecieron 77 jóvenes que deseaban estudiar física, una carrera tan despoblada como necesaria, sin embargo, una línea en medio de la lista de aspirantes decía que el número 40 sí entraba, pero el número 41 no.

Una de las cosas más graves es que hasta los especialistas en la física y en las matemáticas, se crean los cuentos de los exámenes de admisión, cuando de lo que se trata es de un instrumento de control ligado a un gran negocio de particulares.

La pretensión teórica frente a un objeto de conocimiento sumamente complicado.

Los sistemas estandarizados de exámenes para ingresar a los bachilleratos y a las universidades públicas son una manifestación de la arrogancia, la insensibilidad y la ignorancia de las administraciones gobernantes.

En términos teóricos, los exámenes aplicados por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, mejor conocido como Ceneval, tienen como propósito predecir la posibilidad de éxito de un adolescente o joven que pretende cursar el bachillerato o una carrera universitaria.

Después se extiende a la supuesta capacidad de predicción y diagnóstico del futuro desempeño profesional del egresado.

Comparado con un problema de mecánica clásica, esta pretensión de los así llamados teóricos de la evaluación en asuntos educativos equivale a pronosticar en qué punto y en cuál tiempo estará un objeto, siempre y cuando tengamos conocimiento del punto en que se encuentra en un instante anterior.

Para explicarlo con un ejemplo diremos que en mecánica celeste se puede saber dónde estará un cometa porque sabemos dónde estaba antes y con cuál velocidad de movía.



Sin embargo la mecánica celeste constituye la aplicación más exitosa de esa rama de la física que llamamos mecánica y ahora sabemos bien que no todos los fenómenos naturales se conducen así, por esa razón, para sistemas más complicados que los del movimiento de los cuerpos celestes, se ha desarrollado una rama de la física y de las matemáticas que se conoce con varios nombres: sistemas dinámicos, sistemas no lineales, entre otros.

Para estos últimos existen conceptos nuevos en los que las explicaciones cualitativas son muy importantes. Así, en lugar de hablar del punto por el cual va a pasar un objeto en determinado instante posterior al que vivimos, se establece cuál es la región en la que podrá estar el cuerpo y se habla también de la estabilidad de las trayectorias que un cuerpo podría tomar dependiendo de sus condiciones iniciales, es decir, del sitio en que se puede encontrar en un momento dado.




Estos fenómenos son tan complicados, y tienen tantas variantes, que su solución es todavía un problema abierto. Para explicarnos mejor tomemos el ejemplo de un aeroplano que vuela bajo el control de su sistema de piloto automático. En este caso se trata de mantenerlo a cierta altura, con una velocidad determinada y con una orientación que lo lleve a su destino. Sin embargo, la presencia de turbulencias en la atmósfera, o las modificaciones ligeras del viento, ocasionan perturbaciones impredecibles en el aparato, mismas que necesitan corrección inmediata a fin de lograr el objetivo planteado de antemano.

Yo pongo en duda la calidad científica de los teóricos de la educación que se dedican a diseñar exámenes como los utilizados por el Ceneval. Ellos pretenden que sabiendo cuáles son los conocimientos de un adolescente o joven pueden predecir su trayectoria escolar en el bachillerato o en la universidad.

Es evidente que este problema es muchísimo más complicado que el de un avión volando, pero la posición arrogante de estas supuesta autoridades de la educación los lleva a intentar la predicción de las trayectorias escolares de los estudiantes mediante un examen, es decir, dejando de lado la trayectoria escolar previa de cada individuo.

La estadística y la probabilidad en manos de ignorantes y arrogantes.

La aplicación arrogante y llena de ignorancia de estos exámenes de ingreso les permiten a los compradores de esta quimera tomar una lista de aspirantes y trazar una línea divisoria entre los que ingresan y los rechazados. A partir de allí se generan esperanzas y frustraciones en una población de jóvenes sin futuro claro en un país en el que el rumbo está perdido.



Rechazar a un estudiante porque solamente tiene probabilidad de 0.45 (es decir 45% en lenguaje coloquial) de seguir una trayectoria escolar exitosa, es similar a negarle una operación indispensable a una persona de 58 años porque sus posibilidades de éxito son inferiores a la mitad, porque ¡ya no es una persona productiva! O porque los recursos disponibles son escasos.

Es una insensibilidad que se ha mantenido a lo largo de varias décadas. Tantas que ya hay adultos de 30 años que no conocen otras formas de hacer política social.

Si los estudios y aplicaciones basados en el Ceneval fueran serios, empezarían por reconocer que este problema es un asunto de datos estadísticos en los que solamente se pueden establecer probabilidades, de modo que la línea que separa a los últimos aceptados de los primeros rechazados es un absurdo en el que solamente se busca un pretexto para ahorrarle dinero a un gobierno que viene gastando cada vez más en rescates bancarios, carreteros, exenciones de impuestos, devoluciones de los mismos, prestaciones a los altos funcionarios, etcétera.

En el año 2003, Raqueb Chain Revuelta, Nicandro Cruz Ramírez, Manuel Martínez Morales y Nancy Jácome Ávila, publicaron un trabajo en el que analizaban la probabilidad de éxito escolar en estudios superiores. Ellos compararon los resultados del examen de admisión en varias áreas con la evolución posterior de los estudiantes en sus estudios universitarios, encontrando que los más significativos eran los conocimientos del idioma Español y el razonamiento verbal, de tal modo que aquellos jóvenes con más aciertos tenían una probabilidad más alta de lograr una trayectoria satisfactoria, con buen aprovechamiento en sus estudios y continuidad en su progreso a lo largo de su carrera. A la inversa, un alto porcentaje de quienes tuvieron menos aciertos en las áreas de Español y razonamiento verbal siguieron trayectorias escolares con más dificultades e interrupciones.

El punto es que se trata de probabilidades, no de certidumbres, en un ambiente francamente laxo de aplicación de la probabilidad en la que un índice de correlación de 0.45 es considerado como muy alto. En la mecánica celeste, el índice de correlación es 1, porque sabemos bien lo que va a pasar. En el control de un avión en vuelo el índice debe ser de 0.95 para tomar como exitoso al piloto automatico, y allí, un índice de correlación por debajo de 0.90 se interpreta como una irresponsabilidad en la que se pone en riesgo la vida de los pasajeros.




Entonces, ¿por qué las líneas divisorias entre aceptados y rechazados? ¿Por que tanta arrogancia en la aplicación de esta clase de exámenes?

Examen al Ceneval

El Ceneval empezó su desarrollo a partir del 28 de abril de 1994, a partir de una recomendación de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. Obviamente se trataba de una iniciativa de Carlos Salinas de Gortari, primero a través de sus tres secretarios de Educación Pública, el nada experto en educación Manuel Bartlet Díaz, el especialista en ventas y privatizaciones Ernesto Zedillo y el todólogo Fernando Solana, quien antes había sido Director de Planeación y Finanzas de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), Secretario de Comercio, Secretario de Educación Pública, Director de BANAMEX y Secretario de Relaciones Exteriores.







Lo que quiero decir con esto es que ninguna de las cabezas principales sabía nada y que a pesar de los cambios cotidianos en la SEP, la intención original se mantuvo, lo cual muestra la intención escondida de un grupo de individuos incrustados en las oficinas en que se toman las decisiones. Esos, disfrazados de asesores, promovieron las tomas de decisiones escondidos detrás de cabezas visibles que, por ignorantes, los dejaron hacer.

Detrás del Ceneval hay una gran farsa y un excelente negocio en el que se va untando la mano a lo largo de toda la cadena de cargos en los que se toman las decisiones, dando como resultado final un precio por la aplicación de cada examen, debidamente pagado por los padres del aspirante a ingresar, sin que nadie sepa realmente a cuánto asciende el costo de producción de tales exámenes.

Entre las justificaciones de Antonio Gago, uno de los promotores de este negocio, está que “...las razones y circunstancias que
justificaron su creación [la del Ceneval] ...
pueden sintetizarse en una sola: la inconformidad en amplios sectores de la
sociedad respecto a la calidad de la educación ...”





Eso lo dijo en la Universidad de Baja California en el año 2000, en una conferencia a la que fue invitado.

Muy bien. Han pasado 16 años desde que se creó el Ceneval y 10 años desde que Antonio Gago pronunció esas palabras. Ya es hora de ponerle un examen al Ceneval y revisar si se ha resuelto la inconformidad de esos amplios sectores con la calidad de la educación.

Lo cierto es que cada vez que nos evalúa la Organización de Países para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) nos reprueba.

No pueden salirnos con el cuento de los economista neoliberales que afirman que todavía es muy pronto para evaluar sus resultados. Dieciséis años son muchos y el dinero pagado por padres de familia a lo largo y ancho del país es muchísimo.

Recurriré a un ejemplo que me encanta para apuntalar que el tiempo transcurrido es mucho. En 1945 Alemania, Japón y la Unión Soviética estaban destruidos por la Segunda Guerra Mundial. Dieciséis años después, tenían casi todo su país completamente reconstruido y empezaban a producir lo necesario para satisfacer las necesidades de su población. Aunque la Unión Soviética amerita un estudio aparte, éste debe hacerse sobre la base de que dieciséis años antes había terminado el asesinato de más de 28 millones de sus habitantes, acompañado de la destrucción de entre el 40 y el 60% de su planta industrial, con todas las áreas rurales devastadas por los nazis en un territorio que es ahora toda Ucrania, Bielorrusia y las tres naciones del Báltico: Letonia, Estonia y Lituania.

Dieciséis años son muchos para Antonio Gago y todos sus compañeros de viaje en esto de mejorar la educación por la vía de exámenes generales estandarizados en toda la república, en la que, como ellos mismos dicen: “Los exámenes del CENEVAL se diseñan y preparan para que tengan validez en
todo el país; por lo tanto, estos exámenes no se hacen de acuerdo al currículo, ...


A confesión de parte relevo de pruebas, aquí están los colmillos de la serpiente, enseñados a través de las palabras del propio Gago. La intención oculta es controlar el contenido de la educación haciendo que los profesores terminen enseñando de acuerdo a las preguntas que se hacen en los exámenes del Ceneval. El resto es un negocio de una empresa privada a la que deberíamos poner exámenes nosotros.

viernes, 13 de agosto de 2010

Sin cumplir todavía un año de servicio, la pista de la Universidad de Sonora se deteriora

I. Una pista de madera triturada en el Bosque Colomos en Guadalajara

Como lo señala Miguel Castellanos Moreno en su blog:
http://historiadelauniversidaddesonora.blogspot.com/
existe un método mejor para proporcionarle a los hermosillenses un lugar para ejercitarse.

Árboles triturados con una máquina especial, alimentada con esas ramas que surgen del mantenimiento que el municipio da a los árboles de la ciudad, más el que pueda aportar la Universidad, permitiría cubrir la pista de la calle Reforma con el método expuesto por Miguel.








II. Una pista de asfalto pintado en deterioro en la Universidad de Sonora
No sabemos si es correcto el grosor de la película de pintura aplicada a la antigua pista de tierra detrás de la calle Reforma, pero a la luz de la evidencia sí sabemos que la construcción no fue la correcta.

Así se concluye cuando se revisan los manuales de aplicación de la empresa ASBA, que es la comercializadora del sistema novacrylic que aplicaron durante el verano de 2009 a la que ahora llaman: la milla de la UNISON.

Todos los manuales empiezan hablando de la calidad del drenado de agua y siguen con la limpieza de la superficie en la que se aplicará el compuesto químico combinado con una arena de granos muy pequeños.

III. El sueño de un pedazo gringo en la Universidad de Sonora
Suponiendo que las cosas se hacen bien, la empresa comercializadora ASBA promueve su negocio con imágenes tan atractivas como las siguientes:






IV. El daño causado por la inundación y la administración universitaria de vacaciones

Pero como estamos en México, lo primero que se hizo en la Universidad de Sonora fue confiar en el sistema de drenaje pluvial de la ciudad de Hermosillo, y como ya nos demostró la lluvia del 29 de julio de 2010, esa confianza no tiene fundamento. En las fotos que siguen se ve el sitio, a medio reparar, en donde el agua de la calle Reforma tumbó el muro, echó abajo el cerco de malla ciclónica y pasó el agua de la calle al campus





De inmediato se ve las consecuencias de la cultura al automóvil. Ahora la calle está más alta que el resto del terreno. Todo a fuerza de aplicar capas y más capas de asfalto cuando se deteriora el anterior. Sea por la acción de las llantas, sea porque las lluvias acaban con el pavimento.

El agua fue tanta que se metió hasta la alberca, dejando sin sitio de prácticas a cientos de personas que se inscribieron en los cursos de natación que se imparten allí.







Como nuestras muy caras, y devengadoras de altos sueldos, autoridades estaban de vacaciones, nadie se enteró oficialmente de la caída del cerco. Pasó el día 30 de julio, luego el día 31 y el cerco seguía en el suelo. Llegó el día primero de agosto, el 2 y el 3 de agosto y las autoridades seguían de vacaciones.

El día 4 de agosto regresamos al trabajo, pero la actividad semireparadora no se presentó sino hasta el jueves 5 de agosto (siete días después).

La naturaleza debería saber que el hecho de que la Universidad de Sonora tenga a la administración más cara y numerosa de su historia, no le da derecho para venir a hacer destrozos en la institución cuando ellos están de vacaciones.

V. La tierra en la pista es una lija permanente aplicada por los trotadores y caminantes

El caso es que la reparación fue de lo más mediocre, como se puede ver enseguida






Pero el destrozo no terminó allí, el agua metió muchísima tierra a la pista, pero no ha sido retirada.







A los que pasamos caminando o corriendo sobre ella nos está sirviendo como lija para acabar más pronto con esa pinturita delgadita que creíamos, inocentemente, que sería otra cosa. Algo parecido a las pistas gringas.







De inmediato se ve que el trabajo de acondicionamiento estuvo mal hecho, no se previó que el agua entraría llevando tales cantidades de tierra y encima de eso no se le da el mantenimiento preventivo que permita un poco más de vida útil de la misma.

La pista le ha gustado a mucha gente. Tanto que, desafortunadamente, la han confundido con un simple centro de recreo. En ese sentido, es excelente el papel que tratan de desempeñar los jóvenes estudiantes de deportes que amablemente se presentan a asesorar a todos los que estén dispuestos a recibir asesoría.

Sin embargo, es obvio que no durará mucho tiempo. Además de eso, es muy dura para las rodillas de quienes trotamos allí, por ejemplo, los corredores de fondo que entrenaban allí mejor se fueron. Ellos saben muy bien por qué.

VI. Conclusión: es mejor un enfoque ecológico

El sistema utilizado en el Parque Colomo, presentado en el blog de Miguel Castellanos Moreno, es más conveniente. Basta con organizarse y buscar acuerdos con el municipio, asesorarse con los agrónomos para saber qué hacer con la madera triturada que se va envejeciendo. Levantar un verdadero muro para evitar que la ciudad siga metiendo esas cantidades de agua para destrozar la obra tan bien recibida por los hermosillenses.

Generaría trabajo para los encargados del mantenimiento, pero seguramente no sería más caro que estar comprando novacrylic a los gringos y pagando contratistas que se llevan su ganancia sin saber hacer bien el trabajo.

viernes, 9 de julio de 2010

Sin zanahoria no hay marcha. El nuevo reglamento de tortibecas en la Universidad de Sonora es un tiro en el pié.

Aviso: haré una metáfora con los burros y las zanahorias. Si algún integrante del personal académico se se siente ofendido por la comparación, mejor espere a la defensa que hago de los burros casi al final de este escrito.

Voy al grano.

La administración de la Universidad de Sonora nos demuestra una vez más que en asuntos de dirección académica es como un pájaro extraviado al que el sentido de orientación le ha jugado una mala pasada. La reforma más reciente al programa de estímulos al desempeño docente son muestra clarísima de la ausencia de criterios académicos.



Más lejos aún, son muestra de que se han aPANicado con los recortes económicos presuntamente hechos por el gobierno federal a ese renglón. No se han dado cuenta del autodaño que se hacen con las nuevas decisiones. ¿Por qué digo esto?

El lunes 5 de julio de 2010 nos “comunicaron” (debidamente entre comillas porque ya estábamos de vacaciones) que se modificaba el Reglamento de “EL PROGRAMA DE ESTÍMULOS AL DESEMPEÑO DEL PERSONAL DOCENTE”.

El boletín tiene la velocidad de deslizamiento de un glaciar de los Alpes, pues según ellos mismos escriben, los acuerdos del Colegio Académico habían sido tomados el miércoles 30 de junio anterior, pasó el jueves, el viernes y nos fuimos de vacaciones sin que nadie comunicara nada.

Los funcionarios de la administración central siempre están muy prestos para aparecer en cualquier foto, pero en este asunto no hubo un responsable que firmara personalmente el comunicado, pues al final dice simplemente: “H. Colegio Académico”. También a esto le pongo comillas porque aunque el nombre es verdadero, supongo que la H se refiere a honorable y eso no es necesariamente cierto, toda vez que se trata de un órgano de toma de decisiones sin más voluntad colectiva que la de decir sí a las iniciativas planteadas por cada rectoría.

Los criterios equívocos en el manejo que se ha hecho del reglamento de tortibecas durante años cristalizan ahora. La movida es obvia: se trata de poner más altos los obstáculos para que menos gente logre saltarlos y tener acceso a ese sobresueldo llamado: beca.

Como explicaré aquí, se trata de una decisión errónea que no podrán sostener durante mucho tiempo.

Desde el punto de vista de los profesores, la tortibeca es un sobresueldo necesario para paliar, aunque sea un poco, la caída permanente del poder adquisitivo del salario.

Por ejemplo, según la página 5 del periódico REGENERACIÓN, número 6, junio de 2010:

El poder adquisitivo del salario cayó 42% desde 2006 a la fecha.
El costo de la canasta básica aumentó en 93% desde diciembre de 2006 hasta abril de 2010.

Así, los profesores ven en la tortibeca una tablita de salvación para detener, aunque sea levemente, el deslizamiento de su capacidad de compra.

En cambio, para las autoridades de la Universidad de Sonora, se trata de un instrumento de control de actividades de los profesores. Es una zanahoria para el pobre burrito uncido a la carreta





Poniendo por delante las zanahorias, o sea las tortibecas, las autoridades de la Universidad de Sonora han conseguido que cientos de maestros se vuelquen sobre todos esas actividades facilonas que tienen altos puntajes.

Un día se les ocurrió introducir las tutorías y casi todos los profesores de tiempo completo quisieron convertirse en tutores, tomaron cursos y aceptaron que se les apuntara tutoreados.

Después andaban buscando que los jóvenes los visitaran para tutorearlos, pero estos hicieron caso omiso de semejante intromisión en su vida personal.

Un día me visitó el jefe del Departamento de Física con una hoja llena de actividades para que le dijera cuáles abordaba yo y qué porcentaje de tiempo le dedicaba. Burocráticamente, yo debía restringirme a 40 horas por semana.

Claro, cualquier burócrata que después de las 14.45 ya no está en sus muy refrigeradas oficinas, piensa que en esas 40 horas podemos hacer nuestro trabajo quienes hacemos investigación, impartimos hasta 17 horas de clases en el aula con 4 materias diferentes y mantenemos en Radio Bemba un programa semanal de radio de una hora, con una calidad de difusión científica que Radio Universidad es incapaz de mantener.

Y aviso que gracias a uno de esos acuerdos firmados en lo oscurito con algún comité ejecutivo del sindicato, no me pagan todas las horas que imparto.

Bueno, pues allí, en esa página tamaño carta había multitud de actividades francamente balines, y perdidas entre todas ellas, estaban las mías. Tres tristes actividades: docencia, investigación y difusión. ¿Y las otras de que eran? Para mi no viene al caso, como no vienen a cuento tampoco para la formación de mis estudiantes, ni para la calidad de la Universidad de Sonora, aunque hagan discursos diciendo la contrario.

La realidad es que manejando la zanahoria (reglamento de tortibecas pues) han podido mover a los profesores desesperados por el dinero. Cursos para acá, tutores para allá, para convertirlos luego en líneas de informes, cuadros en Excel, informes al Rector, informes del Rector, etcétera.




Pero con los cambios más recientes al reglamento han puesto la barda tan alta que ya muy pocos la podrán brincar. Aunque inconscientes como son algunos, al principio intentarán saltarla. El primer año verán que no pudieron, y si son muy necios, lo intentarán por segunda vez y tal vez hasta una tercera, hasta que entiendan lo inútil de su esfuerzo.




Así la autoridad de la Universidad de Sonora terminará perdiendo parte de su control sobre los profesores. Ya nos los podrá traer desde Bagdad hasta la Meca asoleándose por los tortipapeles, porque al final de cuentas no servirán para obtener el preciado sobresueldo que los ayude aunque sea un poquito.

El burro se puede volver rejego

Pero puede ser peor, a uno que otro profesor le podrá interesar cuánto dinero ganan las autoridades universitarias, preguntará mediante el sistema de transparencia y se sentirá perdido en el laberinto. Si es perseverante, recurrirá a su sindicato para pedirle que haga uso de las cláusulas del Contrato Colectivo para obtener la información pertinente. No se las darán, porque los super sueldos de los administrativos incluyen ciertas prestaciones desconocidas para nosotros. Basta ver dónde viven, cómo viven y cuáles son los carros en que se mueven.



Ese es un panorama que a nadie le conviene. A los profesores no porque se quedarán sin tortibeca. A las autoridades tampoco porque pierden control y abren un flanco en el que desde ahora queremos saber por qué ellos visten tan bien, viven en esas casas, manejan esos autos y cargan impresionantes celulares.

Defensa del burro
.

Cualquiera que se sienta comparado con los burros no debería ofenderse. La creencia generalizada de que el burro es un animal tarado es muy equivocada. En primer lugar, jamás han recurrido a ellos para lanzarlos en una carga de caballería contra el enemigo, a la espera de morir acribillados por balas en la actualidad, o por flechas y lanzas en la antigüedad.

No existe el concepto: carga de burrería, porque el burro no se presta, con su andar lento, cansado y ausente de gallardía, no impresiona a nadie. Si se hubieran usado en las batallas, habrían muerto (pero de risa) muchos enemigos de los jinetes arriba de los asnos.

Quien piense que el burro es lento no lo ha visto libre de ataduras y correteado por un jinete a caballo tratando de lazarlo. Si Usted es de los que cree que el burro es un pendejo, no lo ha visto encerrado junto con un caballo en un corral con cercas de alambres de púas.

El burro suelto es un animal veloz, más lento que el caballo por supuesto, pero más ágil para escabullirse por donde sabe que el jinete no puede pasar.

El cerco de alambre de púas no es una barrera para el burro, se mete por entre la tierra y el hilo más bajo. ¿Y si no cabe? Pues escarba hasta lograr que su cuerpo quepa por allí. El caso es que el burro se sale a buscar agua, mientras el caballo se muere de sed.

Si Usted no lo cree, dígale al profe Landavazo que lo invite a Mazatán unas vacaciones, quédese a vivir allí y conviva con quienes tienen o han tenido burros y caballos.

Puede decirse que el burro es un asno porque no aprende tan fácilmente a jalar arados y carretas. Pues si, pero una vez que acaba con la paciencia del campesino, se gana su derecho a no realizar esa clase de labores.

Así que ya está, el burro será muy burro, pero no es pendejo.

Los cambios al reglamento de tortibecas

“AL PERSONAL DE CARRERA DE LA UNIVERSIDAD DE SONORA QUE PARTICIPA
EN EL PROGRAMA DE ESTÍMULOS AL DESEMPEÑO DEL PERSONAL DOCENTE.

El H. Colegio Académico, en sesión celebrada el 30 de junio de 2010, analizó
el Reglamento del Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Docente y
aprobó modificaciones al mismo; esto a raíz de las observaciones efectuadas
por la Dirección de Fortalecimiento Institucional de la Subsecretaria de
Educación Superior Universitaria, encargada del presupuesto de dicho
Programa.
Los principales cambios son:
1) Se elimina la participación mediante la opción de perfil PROMEP.
2) Se incluye como requisito para participar en el programa: contar con el
reconocimiento de perfil PROMEP, cuya obligatoriedad será gradual ya que
será requisito para obtener los niveles 5, 6 y 7 en el 2011 y en forma total
en convocatoria del 2012.
3) Se eleva el puntaje máximo del apartado de calidad (de 600 a 700),
disminuyendo el puntaje máximo del apartado de dedicación (de 300 a 200).
4) Se incrementa el puntaje del rubro de tutorías (de 120 a 170).

Es importante considerar estos cambios en la formulación del Plan de Trabajo
2010-2, en virtud de que entrarán en vigor a partir de la convocatoria 2011.

El Reglamento modificado, así como la Guía de Evaluación se pueden consultar
en los documentos anexos. FAVOR DE CONSULTAR AQUI.

Atentamente

H. COLEGIO ACADÉMICO”

lunes, 5 de julio de 2010

Lástima Margarito. Las tortibecas en la Universidad de Sonora




Enrique Velázquez se ha convertido en el Johnny Latino de la Universidad de Sonora y ha llenado de Margaritos la institución.




Como en el programa de hace 20 años, en el que un conductor de televisión abusaba de la buena fe de un hombre paupérrimo para hacer su show, Enrique se ha burlado de la inocencia de cientos de profesores que juntaron todos los papeles y llenaron todos los trámites para solicitur las famosas becas al desempeño académico, mejor conocidas como tortibecas.

El viernes 2 de julio, casi a las 16 horas de éste, que fue el último día laborable antes de salir de vacaciones, la oficina de Jhonny Velázquez, perdón, Enrique Latino, no tampoco. ¡Bueno! El caso es que desde la Secretaría General Académica de la Universidad de Sonora, se envió un "Boletín Informativo Unison" en el que se informaba a todos los Margaritos, corrijo, profesores de la Universidad de Sonora, que no habría beca para todos porque de los 350 millones otorgados en el 2009 por la cámara de diputados, solamente se habían aprobado 100 millones para el 2010.

En un arranque de precisión tecnocientífica, el señor Latino (¡no! la Secretaría pues) incluyó en su comunicado una liga al documento de la cámara de diputados que comprueba la veracidad de su dicho.

Si, efectivamente, así es, como al final podrán consultar Ustedes en la imagen que inserté en esta contribución. Nada más que se trata del Presupuesto de Egresos de la Federación 2010 y ese documento se aprobó el 13 de noviembre de 2009 y apareció publicado el 7 de diciembre de 2009. Mientras que el señor Secretario tuvo a bien informarnos del impacto del mismo ¡207 días después!

Durante más de seis meses, Enrique Velázquez trató a los profesores de tiempo completo como Margaritos en el programa de Johnny Latino, todo a nombre de la Universidad de Sonora.

Todo mundo pensó que haciendo tortiactividades para conseguir tortipapeles lograría los tortipuntos necesarios para alcanzar alguno de los tortiniveles del sistema de becas al desempeño académico.

Seguramente informado por la tesorería, la contraloría y la oficina de planeación de la Universidad de Sonora, el Secretario General Académico guardó silencio. Obviamente, toda la administración central estaba enterada de que el procedimiento en el que se encontraban enfrascados los profesores, las secretarías, las copiadoras, los jefes de departamentos y las comisiones dictaminadoras, era casi completamente inútiles, pues solamente una fracción pequeñísima de solicitantes sería beneficiada.

Para evitar la molestia generalizada, y que nadie dijera que no se les avisó, el comunicado fue enviado casi a las cuatro de la tarde, del día previo al periodo vacacional.

Así fue como durante doce meses se bailó la pirinola en la Universidad de Sonora como en el programa de Margarito y Johnny Latino.

El 29 de enero de 2010, con la convocatoria para el "Programa de Estímulos al Desempeño", ganamos el derecho a concursar. Igual que Margarito.




Durante las siguientes semanas se juntaron todos los papeles y se llenaron todos los formatos. Tiempo dedicado a eso, gasto de servicio de cómputo, maquinaria informática enfocada a ese fin, secretarias gastando papel y tiempo en las constancias, jefes de departamento reportando actividades, comisiones dictaminadoras (así les digo yo) aplicando sus sesudos conocimientos a asignar puntos.

Como Margarito, fuimos pasando la primera prueba: ayudar a una señora a pasar una calle llena de tráfico. Y luego la segunda prueba: ganarle a un niño a jalar una cuerda. Todo bien, el proceso del concurso continuaba. Se siguió gastando papel en
comunicarle a cada quien su nivel. ¡Cientos de cartas!

Entonces llegó la tercera prueba: hacer fuego con dos palitos en menos de 30 segundos. El día 2 de julio llegó, pasó la mañana, el mediodía y parte de la tarde. Solo entonces, con la Universidad casi desierta, las oficinas de la administración central cerradas y unos cuantos bobos (como yo) trabajando, llega el comunicado que decía: ¡LÁSTIMA MARGARITO!



Claro que nadie de la administración dice nada sobre otro rubro que también viene en esa página 116 a la cual nos envía la liga indicada en el comunicado: ¿para qué son, o para quiénes son, los 400 millones de pesos del rubro "Fondo para el Reconocimiento de Plantilla de las Universidades Públicas Estatales (fondo de concurso. Incluye programa de estímulos y carrera administrativa"?

O sea que hay estímulos a la carrera administrativa. Es decir, hay cuatro veces más apoyo para estimular a los administrativos.

¿Cómo se usa ese dinero, quién y cuándo lo convoca y cuál es el procedimiento para asignarlos?

Pues no sabemos, como tantas cosas en la Universidad de Sonora, donde la cadena de agravios crece hasta amenazar con cerrar el Centro de Desarrollo Infantil para asignar a los niños a muchas guarderías potencialmente ABC-s.

Ganado por los universitarios está. Con la cabeza agachada nos merecemos eso y más. Plenamente dispuestos para servir a Usted, al público y a mi abuelita.


El presupuesto de la federación está en: www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/PEF_2010.pdf

Dos de los programas de Margarito Pérez y Jhonny Latino lo encuentran en:

http://www.youtube.com/watch?v=SvkqCNB6XRw
http://www.youtube.com/watch?v=4xwabSVc1Kw&feature=related



domingo, 27 de junio de 2010

Los próximos terrenos que perderá la Universidad de Sonora pertenecen al espacio del Centro de Desarrollo Infantil

Cuando regresemos de vacaciones, en agosto de 2010, encontraremos disminuida el área de juegos de los niños de muchos profesores y trabajadores de la Universidad de Sonora.

En la confluencia de la calle Colosio con la calle Galeana se abrirá un espacio para facilitar el acceso de los automóviles que transitan por la primera para que tomen la segunda.

¿El pretexto? Facilitar el acceso de los padres a dejar a sus hijos y a recogerlos al medio día.

¿El precio? El espacio para juegos de los niños.

Obviamente los universitarios ignoramos si lo que se piensa hacer es legal. Sabemos que en su Artículo 9 la ley orgánica de la Universidad de Sonora establece que “...Los bienes inmuebles podrán desincorporarse del servicio a que se encuentran destinados mediante declaraciones de la Junta Universitaria y del Colegio Académico aprobadas por las dos terceras partes, cuando menos, de la totalidad de los miembros de cada organismo, caso en el cual los bienes desincorporados quedarán sujetos a las disposiciones del derecho común.”

Creo que eso no sería ningún problema, basta que el Rector lo proponga en cualquier reunión del Colegio Académico para que éste lo apruebe por unanimidad.

El espacio que será, o quizá ya fue, cedido al Ayuntamiento de Hermosillo es el que aparece en las fotos que siguen:




El espacio que será cedido a su majestado el automóvil se ve enseguida a la derecha


En la siguiente se aprecia mejor


La lógica es simple, primero son los automóviles, los niños son después. Es lo mismo que hizo el Gobernador de Sonora saliente, quien mandó destruir la guardería “Beatriz Velasco de Alemán” para abrir espacio al puente a desnivel que ha sido bautizado como “el puente 2010” porque por abajo pasan 2 000 y por arriba pasan 10.
Ver en mi blog: http://fisicahistoriayasuntosuniversitarios.blogspot.com/2009/06/el-estado-cede-su-obligacion-los.html

Aparte de la reducción del espacio de los niños, nos encontramos dentro de otra lógica: la reducción paulatina de los terrenos de la Universidad de Sonora, como es el caso de la Plaza Zubeldía, que adecuadamente es documentada por el Historiador Miguel Castellanos Moreno, ver por ejemplo:
http://historiadelauniversidaddesonora.blogspot.com/2010/03/paso-paso-avanza-la-destrucion-de-la_15.html

La explicación histórica del origen de esa plaza también se debe a Miguel Castellanos Moreno y puede encontrarse en:
http://www.bublegum.net/hisunison/26197/LA+GRAN+PLAZA+UNIVERSITARIA*.html